El ahorro es algo que nos preocupa a casi todos, y la elección del banco más adecuado a nuestros intereses no es una excepción. No es casualidad que cada vez existan más comparadores de precios online para encontrar el mejor banco y ayudarnos a tomar decisiones de consumo más conscientes y, siempre que sea posible, más económicas en igualdad de condiciones de calidad. Con todo, no podemos conocer todos los parámetros, ni medir todos los que sí conozcamos de forma objetiva, pero siempre es útil contar con toda la información posible antes de tomar una decisión y, sobre todo, saber en qué debemos fijarnos para contar con los datos clave que influirán en el coste final de nuestro contrato. De esta forma, podremos encontrar el mejor banco para ahorrar, adaptado a nuestras necesidades.
Por eso, si estás pensando en cambiar de banco, en abrir una nueva cuenta o contratar cualquier producto financiero, te contamos algunas claves recomendadas por OCU en las que debes poner el acento antes de tomar tu decisión final. Aunque lo ideal sería poder decir que existe un “mejor banco” para todos, lo cierto es que su conveniencia dependerá de tus circunstancias y necesidades personales.
Es uno de lo puntos que debes tener en cuenta a la hora de elegir banco, ya que, por mucho que la mayoría de nuestras compras suelan hacerse con tarjeta, siempre existen situaciones en las que debemos acudir a un cajero y, cuando eso ocurra, puedes encontrarte con la desagradable sorpresa del cobro de comisiones. La guerra entre entidades ha provocado que unas y otras acaben penalizando al consumidor cuando éste tiene que sacar dinero en un cajero que no pertenece a su entidad o a su red de entidades colaboradoras, y éstas pueden ser muy elevadas en relación a la cantidad que estamos solicitando.
Eso sí, calibra este elemento junto con el resto de condiciones para hacerte una idea global, y valora hasta qué punto haces uso de los cajeros automáticos. Puede que una entidad no cobre ninguna comisión por sacar dinero en cualquier entidad, pero que sí lo haga por otro tipo de operaciones frecuentes para ti.
No todos los bancos cobran por el simple hecho de tener una cuenta, pero es cierto que los bajos tipos de interés han provocado que más allá de las apuestas online de los grandes bancos, todos van a cobrarte comisión si no tienes una tarjeta, fondos o seguros. Aquí te desvelamos las comisiones que te pueden cobrar a partir de ahora los bancos por tu cuenta corriente.
A su vez, es posible que algunos de los que sí lo hacen te ofrezcan algún servicio extra o una calidad media en el trato que haga que merezca la pena ese desembolso. Pero no siempre es así. Además, algunas entidades ofrecen ventajas concretas, como devolverte un porcentaje de tus recibos domiciliados, o pagar un interés por el saldo medio de tu cuenta, o bien ofrecer condiciones más atractivas para los clientes con mayor vinculación (por ejemplo, tener domiciliada tu nómina y tus recibos).
Como en todo, se trata de estudiar el mercado y valorar con cifras qué opción te interesa más en función de tus circunstancias personales, pero desde luego estos factores influyen en el precio final de tu contrato.
No sólo debes fijarte en las comisiones vinculadas a tu tarjeta, sino que también es importante valorar la rentabilidad que ésta te ofrezca a través de herramientas como la devolución de cierta suma por su uso en determinados comercios, etc. De esta forma, atendiendo a tus pautas de consumo, podrás ahorrar cierto dinero y tal vez compensar lo que pierdas de otra forma. Esto se aplica tanto a tu tarjeta de débito como a tu tarjeta de crédito. Por cierto, ojo con lo que haces con la tarjeta caducada, lo mejor es romperla, porque los estafadores ya las usan para sus delitos.
Si te planteas contratar productos de inversión para tus ahorros, lo ideal es acudir a compradores como el que ofrece OCU para sacar un mayor rendimiento a tu dinero. En estos casos siempre entran en juego el factor riego y el factor rentabilidad. Todo depende de tus necesidades, pero es muy importante informarte muy bien antes de firmar ningún contrato. Así, tal y como aseguran desde OCU, “salvo que seas un experto, la clave es estar bien asesorado”.
Un préstamo hipotecario es quizás el producto financiero más común entre las familias españolas y elegir una hipoteca no es tarea fácil. Son muchas las variables que entran en juego a la hora de elegir una hipoteca, y la futura evolución del mercado es la principal y la más incontrolable de todas. Con todo, aprovecha tu margen de actuación e infórmate sobre todos aquellos gastos vinculados al contrato, más allá del simple precio del préstamo (a través del tipo de interés aplicable).
Por ejemplo, desde OCU recomiendan fijarse especialmente en las cláusulas relacionadas con gastos hipotecarios (notaría, asesoría…), que en muchos casos ha pagado el consumidor por completo y de forma indebida, motivo por el que puedes reclamar a tu entidad. Además, es recomendable atender a productos vinculados, como seguros, etc., y valorar su coste total porque éste suele influir, y mucho, en el coste total de tu hipoteca.