Aprende cómo debes conducir para ahorrar con tu coche
Descubre cómo ahorrar gasolina y reducir la emisión de gases nocivos gracias a estos consejos sobre conducción eficiente
Conducir de forma eficiente supone ventajas, principalmente la del ahorro, a todos los niveles: no solo estarás reduciendo tus emisiones de dióxido de carbono y evitando así un daño mayor al Planeta, sino que conseguirás ahorrar gasolina y alargar la vida útil de tu coche. La propia Dirección General de Tráfico (DGT) se ha centrado, de un tiempo a esta parte, en promocionar la llamada 'conducción eficiente', término al que han dedicado parte de sus esfuerzos en materia de comunicación para promocionar técnicas de estilo de conducción menos perjudiciales. ¿Cómo ahorrar gasolina conduciendo y proteger a la vez el medio ambiente?
Cómo ahorrar gasolina con un estilo de conducción eficiente
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Tal y como recuerda la DGT, el estilo de conducción influye mucho en el consumo de cualquier automóvil: ciertas costumbres aumentan el gasto en el combustible e incluso provocan el deterioro prematuro de los vehículos. A ello se suma el hecho de que el exceso de agentes contaminantes en la atmósfera es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad. Las emisiones nocivas que provienen de los coches son las causantes del elevado porcentaje que tenemos de contaminación.
Es en este contexto en el que surge el concepto de 'conducción eficiente', un "nuevo modo de conducir el vehículo que tiene como objetivo lograr un bajo consumo de carburante a la vez que reducir la contaminación ambiental”. A su vez, se obtiene un mayor confort en la conducción y una disminución en los riesgos en la carretera. Para conducir de este modo basta con seguir una serie de reglas sencillas y eficaces: ante la duda, recuerda que en España el transporte quema más del 60 por ciento del petróleo que se consume. La relevancia de estas cifras hacen plantearse la utilización del automóvil de manera más eficaz.
- Aire acondicionado o climatizado. Es uno de los accesorios que más incrementa el consumo de combustible. Evita utilizarlo cuando no sea necesario y utilízalo para crear una temperatura adecuada, no excesivamente fría.
- Ventanillas bajadas. Conducir con las ventanillas bajadas provoca un aumento de la oposición al movimiento del vehículo. Ante la duda, es mejor refrescar el coche usando aire acondicionado que bajando las ventanillas.
- Mantenimiento del vehículo. Debes intentar detectar posibles averías en el motor que produzcan aumentos en el consumo y un consecuente mayor grado de emisiones contaminantes. Controla también niveles y filtros, la presión de los neumáticos (si es baja, el motor tendrá que trabajar más para mantener en movimiento el vehículo) y la distribución de la carga (debe ser homogénea para que la adherencia en el eje delantero no se vea disminuida).
- Forma de arrancar. Hazlo sin pisar el acelerador. En los motores diésel, espera unos segundos antes de iniciar la marcha para que el aceite llegará en condiciones adecuadas a la zona de lubricación. Si tu coche es de gasolina, la marcha debe iniciarse inmediatamente después de arrancar el motor.
- Cambio de marcha. Es recomendable cambiar lo antes posible a segunda una vez que hayas arrancado en primera. También circular el mayor tiempo posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones, de forma que el vehículo consuma menos.
- Conducción fluida. Cuanto menos brusca sea la conducción, menos gasolina gastarás. Evita los frenazos y utiliza el freno motor en la medida de lo posible, anticipándote también a posibles obstáculos o detenciones y manteniendo la distancia de seguridad.
- Tramos con pendientes. Si son descendientes, levanta el pie del acelerador sin reducir de marcha y deja bajar al coche por su propia inercia. Acelera solo lo justo para conseguir la velocidad que necesites y nunca bajes en punto muerto, ya que ello incrementa el consumo y, además, es muy peligroso. Si la pendiente es ascendente, intenta ir en la marcha más elevada posible, aunque tengas que pisar más el acelerador.
- En las curvas. Adapta la velocidad del vehículo antes de entrar a la curva: deja de acelerar y utiliza el freno motor. Reduce marcha si es necesario. Lo mismo se aplica a las rotondas.
- Paradas durante la marcha. Se recomienda que, en paradas superiores a 60 segundos, apaguemos el motor.
- Adelantamientos. Antes de adelantar hay que pensar en si es funcional hacerlo: el consumo de combustible se dispara con este movimiento, por lo que no siempre merece la pena.