La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) lamenta profundamente que las amenazas de conflicto armado entre Rusia y Ucrania se hayan hecho realidad y la diplomacia internacional no haya sido capaz de evitarlo. A las graves consecuencias de la pérdida de vidas humanas en Ucrania, habrá que añadir los efectos que tendrá para la economía europea y mundial.
ASAJA señala en un comunicado que "el sector agrario español será, sin duda, uno de los damnificados. Nuestras importaciones de cereales y girasol, así como de medios de producción básicos como abonos y fertilizantes, se resentirán gravemente, lo que implicará un nuevo encarecimiento de los costes de producción para el sector".
Ucrania es, a día de hoy, el granero de Europa en lo que a cereales se refiere y el primer productor mundial de semillas, harinas y aceites de girasol. De igual modo, el gas y el petróleo ucranianos son la base para la producción de abonos y fertilizantes para toda Europa. Así, la guerra tendrá consecuencias de peso para el comercio comunitario, con un importante incremento de precios, y, desde luego, para el sector agrario español, aquejado de una gran crisis de rentabilidad.
España, deficitaria en cereales, importa al año de Ucrania casi el 30% del maíz que necesita. Además, el 60% de las compras en el exterior de aceite de girasol también proceden de Ucrania, así como el 17% del trigo, el 31% de las tortas de aceites vegetales y el 15,4% de leguminosas grano.
El destino de todas estas importaciones es, fundamentalmente, la elaboración de piensos para la ganadería y una falta de suministro derivará en el encarecimiento de estas materias primas, algo que, según ASAJA, para los ganaderos españoles sería "de fatales consecuencias" en estos momentos debido a la sequía que padece España.
Otros factores de producción agrícola como abonos y fertilizantes también se pueden ver seriamente afectados, conllevando un repunte de los precios.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha pedido a la Comisión Europea que articule un plan de contingencia agroalimentaria que "mitigue los daños". Para Cooperativas Agro-alimentarias de España, Rusia es "un gran abastecedor de energía y esto va a tener impactos colaterales en el mercado internacional".
Además, el conflicto bélico iniciado abre la puerta a la imposición de nuevos embargos de Moscú a los productos del campo español, como el que ya puso en marcha en 2014 en respuesta a las sanciones de la Unión Europea (UE) por la invasión de Crimea y que cerró las puertas del mercado ruso al porcino y a las frutas y verduras españolas.