Vivimos tiempos complicados en materia de empleo: la situación provocada por la pandemia por coronavirus ha desembocado en un aumento exponencial de los casos de desempleo. Afortunadamente, la buena marcha de las campañas de vacunación y la reactivación económica permiten augurar un aumento de la oferta de empleo, al menos de cara a este verano. Previsiblemente, la senda de la recuperación se mantendrá durante los últimos meses del 2021. Si estás pensando en buscar empleo debes tener en cuenta que, en un mercado tan competitivo, hacerte con un buen currículum es una herramienta imprescindible. Por eso, te damos algunos consejos para actualizar tu currículum y conseguir trabajo en verano.
Si has decidido lanzarte a buscar empleo de cara a la campaña de contratación del verano 2021 probablemente te preguntes cómo puedes hacer que tu currículum destaque por encima de los demás. Más allá de tu experiencia y formación, la forma en que presentes estos datos influye y determina la decisión final del empresario. Por eso es importante tener en cuenta ciertos factores tanto a nivel de contenido como a nivel estético que harán que tu carta de presentación resulte más llamativa.
- Organiza bien la información. Un punto clave a la hora de laborar un currículum es ser ordenado a la hora de explicar cuál es tu experiencia laboral y tu formación. Si tu currículum resulta desordenado, indudablemente su posible empleador pensará que tú también lo eres. También conviene vigilar el tono, ser honesto en cuanto a tus capacidades, e ir al grano. Se dice que un selector de personal tarda aproximadamente siete segundos en descartar un curriculum o seleccionarlo para una fase posterior.
- Cuida la longitud. Suele decirse que un buen currículum resume en una sola página toda la información necesaria para conocer el perfil de un determinado aspirante a obtener un empleo. Ten en cuenta que aspectos como tu formación más básica o aquellos cursos que no tengan nada que ver con el puesto al que aspiras pueden no ser necesarios en tu currículum, ya que pueden desviar la atención de lo verdaderamente importante. Es mejor ser escueto que pasarse en longitud. Lo importante es que el currículum pueda escanearse de un simple vistazo.
- No olvides la importancia del diseño. Los tiempos en los que era aceptable presentar un currículum en formato Word definitivamente han desaparecido. Si lo que quieres es destacar sobre los demás, conviene que hagas uso del diseño gráfico para que tu currículum refleje tu personalidad. Existen algunas herramientas gratuitas en Internet, así como plantillas de pago. También puedes acudir a un profesional del diseño que encaje toda tu información en un modelo a medida. No se trata de recargar el espacio, sino más bien de mostrarte de forma visual, atractiva e intuitiva, incluyendo una buena imagen y una clasificación de toda tu información que resulte ordenada y fácil de analizar.
- No dejes fuera ninguna información relevante. Ten en cuenta que todo currículum debe incluir cierta información básica. Por ejemplo, tus datos personales y de contacto, tales como nombre, dirección, teléfono, etc. También deberá aparecer una foto en la que se te vea con claridad y que tenga calidad suficiente, preferiblemente profesional, bien iluminada y donde se te vea bien la cara, con un gesto amable. En función del tipo de puesto, también puede ser conveniente enlazar a tus redes sociales, blog, página web, etc. En cuanto a tu formación y a tu experiencia laboral, suele recomendarse optar por destacar la experiencia por encima de la formación, sobre todo si ya has trabajado en el sector del puesto al que aspiras. También suele recomendarse comenzar por la experiencia más reciente e ir hacia atrás en el tiempo, y lo mismo se aplica a la formación.
- Revisa tu currículum tantas veces como sea necesario. No hay nada que hable peor de tu profesionalidad que encontrar erratas en un currículum. Por eso, es importante que lo revises tantas veces como sea necesario para evitar faltas de ortografía, errores de diseño, fallos en la información, descripciones poco acertadas, excesos de texto o explicaciones poco claras. Si es necesario, pide a otras personas ajenas a tu campo de trabajo que revisen el contenido por ti. Seguro que podrán aportarte nuevos enfoques que te ayuden a explicar con más claridad cuál es tu perfil profesional.