Las bonificaciones fiscales vuelven a estar en punto de mira del Gobierno. En su informe a la UE, el Ejecutivo de Pedro Sánchez avanza su intención de revisar el conjunto de estos incentivos en línea con lo reclamado por el Banco de España o por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Los expertos coinciden en la necesidad de esta evaluación con el objetivo de dotarles de mayor eficacia, orientarlos a quienes realmente los necesite y eliminar los que se hayan quedado obsoletos.
Para conocer la dimensión de lo que nos cuestan estas bonificaciones, la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) cifró en 77.000 millones de euros anuales el gasto fiscal que representan estos incentivos entre los tres principales impuestos en España (IRPF, IVA y Sociedades), lo que equivale al 6,2 % del PIB de 2019.
Este organismo que representa a las Cajas de ahorro, estima que se podría recaudar prácticamente lo mismo en el IVA con un tipo único del 10 % si se eliminases las deducciones actuales.
Aunque el informe de Funcas se realizó con datos de 2019 y la sucesión de crisis y efectos externos han obligado a replantear buena parte de los destinatarios de las ayudas fiscales, lo cierto es que los expertos coinciden en la necesidad de revisar estas bonificaciones para hacerlas más justas y eficaces con los objetivos propuestos.
La importancia de esta revisión de esos 77.000 millones de euros que reducen la recaudación tributaria en nuestro país adquiere mayor relevancia si la comparamos con los 140.000 millones de euros que recibirá España de la UE para afrontar el coste de la crisis por la pandemia de covid-19 que se ha visto agravada por la guerra de Ucrania.
José Pedreira es coordinador del Grupo de Expertos en IRPF de Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF) y se muestra partidario de realizar esta revisión de los beneficios fiscales con el objetivo de "eliminar aquellos que no tienen una aplicación interesante y potenciar otros que sí y que son muy necesarios en una situación económica como la actual".
Este experto apunta a la que esta revisión tenga como objetivo "incentivar la actividad económica, la investigación y el desarrollo, así como la creación de empleo".
Desde el Banco de España también se ha apuntado en esta dirección. Recientemente, su Gobernador, Pablo Hernández de Cos, reclamaba una revisión rigurosa del amplio espectro de beneficios fiscales que contemple el sistema tributario español.
De Cos apuntaba que "en muchos casos, es la existencia de elevadas bonificaciones y no los tipos impositivos más reducidos lo que explica la baja recaudación fiscal en España".
El máximo responsable del organismo regulador cree también que el principal problema de los beneficios fiscales en España es que, en algunos casos, "su funcionamiento actual no respondería a los objetivos para las que fueron creados.
Pedreira señala algunos de estos incentivos que no estarían en línea con las necesidades actuales de España. Recuerda por ejemplo la deducción por donativos en la que una empresa se publicita como entidad colaboradora de un determinado evento deportivo o cultural, pudiéndose deducir el 90 % de lo que aporta cuando realmente está teniendo un retorno publicitario, y por contra, una donación a la Cruz Roja o para la guerra de Ucrania está limitada a un porcentaje de solo el 35 %.
Este experto fiscal de AEDAF señala que todos los sistemas fiscales tienen en mayor o menor medida algún tipo de beneficio fiscal ya sea a través de subvenciones o bonificaciones, aunque las primeras soportan coste en tiempo y gestión, y las segundas son más directas, aunque también requieren de control e inspección.
El principal problema de las bonificaciones fiscales y lo que hace necesaria una revisión de las mismas es evitar que acaben siendo inútiles para el objetivo con el que fueron adoptadas. A parte de la anteriormente citada, Pereira se pregunta si tiene sentido la actual bonificación de los 20 céntimos al repostar que se aplica a todos por igual sin discriminar por niveles de renta.
Algo similar, apunta, al caso de la reducción del 50 % de IVA en la compra de vehículos por empresarios o profesionales donde tampoco se discrimina si se trata de un empresario que se compra un Porsche Cayenne o un profesional que adquiere un vehículo para su trabajo. Pedreira recuerda que hay países como Portugal que en este caso limita el beneficio a la compra de vehículos de hasta 28.000 euros.
Por eso, concluye, "no es malo hacer una revisión de nuestro catálogo de bonificaciones fiscales si de lo que se trata de hacerlas más eficaces, aunque se reduzcan en su número".