Crear un negocio es siempre una operación de riesgo, especialmente en tiempos convulsos como los que vivimos. Por eso es importante conocer todas las ayudas a emprendedores que ofrecen las distintas Administraciones: desde subvenciones hasta capitalización del paro, pasando por programas de ayudas para mujeres emprendedoras o ayudas a jóvenes emprendedores. ¿Cuáles son los recursos que pone a tu disposición el sector público para iniciar o dar un empujón a tu negocio?
Existen ayudas para emprendedores en casi todos los niveles de la Administración: algunas son ofrecidas por el Gobierno central, mientras que otras proceden de las distintas comunidades autónomas, provincias o incluso ayuntamientos. En este caso vamos a centrarnos en las ayudas comunes a cualquier emprendedor en España, que son las ofrecidas por el Estado.
Crear un negocio propio pasa inevitablemente por darte de alta como autónomo y, con ello, nace la obligación de pagar cada mes la correspondiente cuota a la Seguridad Social. En condiciones normales, la cuota de autónomos asciende (sin ayudas ni bonificaciones) a 286,15 para la base de cotización mínima, de 944,40 euros. La diferencia es considerable, ya que, en caso de aplicarse la tarifa plana, tu cuota se reducirá (en general) a 60 euros al mes. Eso sí, debes cumplir ciertos requisitos para optar a esta rebaja. En este artículo te contamos todos los detalles sobre la tarifa plana.
Además, debes saber que algunas comunidades autónomas han ampliado esta ayuda a través de distintas subvenciones. Es el caso de Comunidad de Madrid, Castilla y León o Andalucía. Lo mejor es consultar tu caso específico a un asesor fiscal para que te guíe en cuanto a tus posibilidades y en cuanto a los trámites que deberás realizar.
Se trata de una importante ayuda si estás pensando en crear un negocio propio y tienes derecho a percibir una prestación por desempleo. Gracias a ella, podrás cobrar toda tu prestación de una sola vez, aunque deberás aportar determinada información sobre tu plan de negocio.
Esta ayuda está destinada a quienes comiencen a desarrollar una actividad como trabajadores autónomos, pero no es aplicable a autónomos dependientes o que se incorporen de forma estable como socios trabajadores, ni a socios de trabajo en cooperativas o en sociedades laborales ya constituidas.
Además, deberás destinar el importe cobrado a sufragar los gastos de inicio de tu actividad o realizar una aportación al capital social de una sociedad mercantil de nueva creación o creada en un plazo máximo de 12 meses antes de la aportación. También tendrás que cotizar como autónomo y tener el control de la sociedad.
Por último, debes saber que, para acceder a esta ayuda, deberás iniciar tu actividad en un plazo máximo de un mes desde que se te conceda el pago único. Además, solo tendrás derecho a percibirla si no has disfrutado de esta ventaja en los cuatro años inmediatamente anteriores.
Poder cobrar el desempleo mientras comienzas tu andadura como autónomo sin duda es una gran ayuda, ya que te permitirá iniciar tu actividad percibiendo unos ingresos mínimos que te ayuden a mantenerte los primeros meses. Tendrás un plazo máximo de 270 días (o bien durante el tiempo inferior que te quede hasta agotar tu prestación), y deberás solicitar la compatibilidad en un plazo de 15 días a contar desde la fecha de inicio de la actividad por cuenta propia. Además, esta opción es viable para autónomos societarios.
Tal y como recuerda Oberlo, existen ayudas para mujeres emprendedoras, gracias, entre otras cosas, al Programa de apoyo empresarial a mujeres, que ofrece también asesoramiento y apoyo para crear tu negocio. Además, todas las comunidades autónomas cuentan con programas específicos en este área.
Por ejemplo, el Instituto de la Mujer cuenta con un programa para proyectos desarrollados en el medio rural, bajo el nombre 'Programa Desafío Mujer Rural'. En este marco se ofrecen talleres online gratuitos, sesiones de coaching, mentoring y sobre como crear tu propia tienda online. También existe el llamado 'Microcrédito sin aval': te permite solicitar hasta 25.000 euros para crear una nueva empresa o promocionar la que ya tienes, con unas condiciones muy favorables.
Si tu idea de negocio encaja en el ámbito de la innovación y el I+D+I, existen distintas ayudas y subvenciones que convoca el Ministerio de Ciencia e Innovación. Por ejemplo, el 'Programa Emplea', pensado para ayudar a financiar la incorporación y formación en gestión de I+D+I de nuevos profesionales que refuercen la competitividad de las empresas españolas.
Otro ejemplo es el 'Programa Europa Centros’, que financia acciones de dinamización dirigidas a aumentar la participación y liderazgo de los centros tecnológicos y centros de apoyo a la innovación tecnológica en el programa europeo Horizonte 2021.
Consulta también el 'Programa Centros Colaboración’, destinado a la promoción del desarrollo de tecnologías, aplicación empresarial de nuevas ideas y técnicas y creación de productos y servicios, a través de proyectos de cooperación entre empresas y organismos de investigación. También puedes acceder a 'Programas Plataformas Tecnológicas y de Innovación’, pensado para fomentar la creación y mantenimiento de las plataformas tecnológicas como grupos de trabajo público-privados, para propiciar un fluido intercambio de información que facilite la colaboración entre los interesados en un sector o campo tecnológico.
Si lo que necesitas es internacionalizar tu empresa, la institución estatal que más puede ayudarte es el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), organismo encargado de gestionar ayudas y subvenciones para proyectos de internacionalización de la empresa. No olvides acudir también a tu Cámara de Comercio: suelen contar con programas de ayuda para lanzar tu empresa fuera de España, como es el caso del 'Programa Expande’.
Una de las ayudas más directas para jóvenes emprendedores es el 'Programa Enisa' del Ministerio de Industria, que ofrece una línea directamente destinada a apoyar nuevas pymes creadas por jóvenes emprendedores. Para poder acceder a este tipo de financiación tu empresa debe tener personalidad jurídica propia y haber sido constituida, como máximo, durante los 24 meses anteriores a la solicitud. Debe tratarse además de una empresa cuya actividad principal y domicilio social se localicen en territorio nacional, así como tener un modelo de negocio innovador, novedoso o con claras ventajas competitivas. En cuanto a la edad, la mayoría del capital tiene que estar en manos de personas físicas de edad no superior a 40 años.