Si quiere un Boeing 747 de saldo, pregunte en el aeropuerto de Valencia
Los propietarios tienen un año y tres meses para reclamar las aeronaves
Si no lo hacen serán declaradas en abandono y serán vendidas en subasta pública
Hay 23 avionetas y un Boeing 747, la mayoría abandonados durante la crisis
Algo más de un año. Es el tiempo que les queda a los propietarios de las 24 aeronaves abandonadas en el aeropuerto de Valencia para recuperarlas. Del total, 23 son avionetas, pero también hay un Boeing 747, uno de los aviones transcontinentales más grandes del mundo. Tiene capacidad para más de 400 pasajeros, vuela a 15.000 km y, desde hace unos años, es visible desde la autovía que conecta Valencia con el aeropuerto de Manises.
Joaquín Rodríguez, director del aeropuerto, firma un anuncio en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en el que se detallan los modelos de las aeronaves. Este anuncio deberá ser publicado durante tres meses consecutivos con el fin de llamar la atención de los propietarios.
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Aeronaves a subasta pública
Una vez se cumpla un año desde el último anuncio se declarará el abandono legal de las aeronaves y se procederá a su venta en pública subasta. El aeropuerto de Valencia “no contempla” optar a la compra, según fuentes de Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), y el importe obtenido pasará a las cuentas del Estado una vez deducidos los gastos.
“Los propietarios son conocidos -señalan desde Aena-, y los aparatos aparecen en el registro mercantil”. No los están buscando. Se trata de un aviso de que las aeronaves van a ser retiradas de acuerdo a la Ley de Navegación Aérea. Muchas llevan “años abandonadas”, algunas desde el estallido de la crisis económica en 2008.
Aviones abandonados durante la crisis
“Un avión parado es un avión muerto”, afirma el instructor de vuelo Jaime Tuset. Los propietarios prefieren abandonarlos por “la gran deuda que acumulan” en tasas de aeropuerto, revisiones caducadas y piezas obsoletas. Ese es el caso de los dueños de la empresa de construcción que compró el Boeing 747 ahora en desuso. “Quisieron entrar en el negocio de la carga aérea sin nociones de aviación y se los comieron las deudas”, cuenta el instructor. En su origen, el avión pertenecía a Pronair, una aerolínea chárter con sede en Albacete que dejó de operar en 2009.
Segunda vida
No todas las aeronaves abandonas han corrido la misma suerte. Hace apenas un año, a estos 24 aparatos se sumaban cinco Airbus A300 de Iberia. La empresa Flysim, en la que Jaime Tuset trabaja de instructor, adquirió parte de uno de esos aviones. Ahora se utiliza para la formación de pilotos y la realización de simulacros de vuelo.
Aparcamiento de aeronaves
Cualquier piloto puede solicitar despegar o aterrizar en el aeropuerto. Si cuenta con todos los papeles en regla “no se tiene por qué denegarle el permiso”, comentan desde Aena. Deben presentar un plan de vuelo especificando si el aparato va a pernoctar en las instalaciones. En función de las horas o los días se abona una cantidad, como si de un aparcamiento de coches se tratase. “Que aparezcan o no después es algo que no podemos controlar”, añaden.