Ever Given tiene 400 metros de eslora, dos veces el largo del edificio del Santiago Bernabéu (cerca de cuatro veces el tamaño del terreno de juego del estadio madrileño), es de largo como dos Torres de Cristal de Madrid o 2,3 veces la Sagrada Familia, y pesa 200.000 toneladas sin carga, con capacidad de transportar 20.000 contenedores de seis metros de largo cada uno. Y su atasco en el Canal de Suez ya se ve desde el espacio por nuevas imágenes capturadas por la misión Copernicus Sentinel-1 de la ESA. Los dos satélites Copernicus Sentinel-1 idénticos llevan instrumentos de radar para proporcionar un suministro de imágenes de la superficie de la Tierra para todo clima, día y noche, lo que lo hace ideal para monitorear el tráfico de barcos, explica la ESA en un comunicado.
En el canal de Suez se trabaja contrarreloj para intentar desencallar al carguero que bloquea una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. Un buque dragador intenta extraer el lodo y la arena que bloquen el barco para intentar así liberarlo del fondo. De momento se han extraído miles de metros cúbicos de tierra del fondo pero las tareas aún pueden llevar días o semanas. El primer intento para sacar el barco así no ha funcionado. Lo que está haciendo el dragador es comerse la tierra del fondo y expulsarla por otro lado. No se recuerda una operación de esta envergadura.
El problema es que está encallado por ambos extremos, así que pueden hacer falta más cosas como por ejemplo extraerle combustible y agua, antes de ver si ocho remolcadores lo sacan tirando. Un trabajo de días si sale bien. La compañía de rescates que estuvo en el Costa Concordia y en el Kursk ha enviado dos remolcadores más. Otra posible solución: que era retirar muchos de los 20 mil contenedores no parece viable porque habría que montar enormes allí grúas.
Este atasco en el canal de Suez, con doscientos barcos bloqueados, puede ser demoledor para el comercio mundial. En el canal hay paralizadas mercancías por valor de 8.000 millones de euros. Entre ellas, hay millones de barriles de petróleo, productos que están retrasando su fecha de entrega prevista. El retraso en el suministro de todos los productos bloqueados en el canal de Suez es ya inevitable. Pero el auténtico problema llegará si se prolonga el cierre de esta vía marítima de primera magnitud ya que esto puede afectar a fábricas que van a tener que paralizar su actividad hasta que no sea solucionado el problema.
El sector textil con una importante dependencia de los productos asiáticos también se puede resentir si se alarga el bloqueo. Ciertas tiendas lo notarían más. En Galicia y en España, las que venden productos más básicos y de más precio bajo. El atasco del canal revela otro problema de más calado. Y es el hecho de que dependemos cada vez más de los productos fabricados en otros países.
Ante el peligro de colapso hay navieras que ya buscan soluciones. Algunas están optando ya por no entrar en el Mediterráneo sino entrar ya directamente por una vía alternativa. Esta opción alarga la travesía siete días pero a cambio se ahorran el peaje del canal de Suez que les supone un importante desembolso.