Alternativas viables a la moratoria de la hipoteca: cuáles existen y cómo negociar
telecinco.esMadrid
¿Qué alternativas existen si no me conceden la moratoria de la hipoteca?Pixabay
La moratoria en el pago de la hipoteca termina, pero existen alternativas para negociar con tu banco en caso de dificultades para pagar tu cuota
Dentro de las medidas aprobadas por el Gobierno para paliar los efectos económicos y sociales provocados por la pandemia, una de las más importantes ha sido sin duda la moratoria en el pago de hipotecas como sí lo han sido las ayudas a autónomos o los ERTE por coronavirus. Sin embargo, su aplicación es clave teniendo en cuenta que el 'patrón' de nuestra economía sigue tocado de lleno a miles de familias y provocando el despido de miles de trabajadores, algunos en situación de ERTE. La falta de medios sigue provocando un aumento de los impagos, por lo que se hace necesario recurrir a otras herramientas de negociación con la banca. ¿Qué ocurre si no podemos aplicar la moratoria de la hipoteca? ¿Qué alternativas existen para negociar con nuestros banco?
Alternativas a la moratoria de la hipoteca: qué hacer si no nos la conceden
La moratoria de deuda hipotecaria relacionada con la adquisición de vivienda habitual vio la luz con el Real Decreto aprobado el pasado 17 de marzo de 2020. Supuso el aplazamiento en el pago de las cuotas de la hipoteca durante el tiempo en que se encontrara en vigor el Real Decreto, extendiéndose hasta el pasado 30 de septiembre. Además, durante este plazo no se devengaron intereses de ningún tipo.
Esta medida se aplicó a los contratos de préstamo o crédito garantizados con hipoteca inmobiliaria cuyo deudor se encontrara en los supuestos de vulnerabilidad económica establecidos en el real decreto-ley (situación de desempleo, reducción de ingresos, no superar el IPREM dentro de la unidad familiar, carga de la hipoteca superior al 35 por ciento de los ingresos...) Con ella, el Gobierno trataba de ayudar a aquellos ciudadanos que vieron cómo sus ingresos se reducían con motivo del coronavirus, o bien se veían inmersos en un ERTE.
Ahora que la moratoria al pago de la hipoteca termina, las herramientas legales con las que cuenta el cliente para negociar con la banca son las habituales, al terminar el periodo de protección marcado por el Gobierno. Sin embargo, eso no significa que no podamos negociar con la entidad en búsqueda de alternativas. Lo normal será que la entidad no quiera ahogar aún más al deudor de buena fe que haya pagado sus cuotas religiosamente hasta la llegada de la pandemia y que, al contrario, tenga interés en mantener vigente el producto contratado.
Estas son algunas herramientas que puedes utilizar para negociar con la banca el pago de tu hipoteca:
Solicitar un periodo de carencia hipotecaria. En realidad consiste en pedir algo similar a la moratoria hipotecaria: un plazo de tiempo durante el cuál no deberemos hacer frente a las cuotas de la hipoteca, o durante el que pagaremos una cantidad inferior (por ejemplo, tan solo los intereses), hasta que la situación mejore. Lo ideal es que, durante ese periodo, no se generen nuevos intereses, sino que el pago se encuentre 'en pausa'.
Pedir una subrogación hipotecaria. Si no somos capaces de alcanzar un acuerdo con nuestro banco, otra opción es intentar llevarnos la hipoteca a otra entidad aprovechando posibles cambios de condiciones de mercado que nos beneficien. Eso sí, normalmente este proceso lleva de la mano gastos de tramitación a los que deberemos hacer frente, y que deben tenerse en cuenta a la hora de calcular el precio de la vivienda (posible comisión por subrogación, gastos de notaría, Registro de la Propiedad y tasación).
Negociar una ampliación del plazo de la hipoteca. Esta posibilidad supondrá, con toda probabilidad, pagar más intereses, ya que estaremos 'estirando' el tiempo de devolución. Si no nos queda más remedio, puede ser una salida para conseguir que los pagos sean más cómodos, aunque puede que nos estemos obligando a pagar más dinero durante largos años debido a una situación coyuntural muy breve. Por otro lado, hay que tener en cuenta que habrá que hacer frente a los gastos de novación de la hipoteca, ya que estaremos cambiando las condiciones del contrato. Lo mejor es intentar buscar una salida que no suponga aumentar el precio total de la vivienda.
Optar por una reunificación de deudas. Similar a la anterior es esta última vía que te permitirá reunir todas tus deudas en una sola y afrontar una sola cuota mensual. Eso sí, también verás incrementado el precio final de todos tus préstamos, por lo que se trata de una solución que debe evitarse salvo que resulte completamente imprescindible. La reunificación de deudas consiste en reagrupar todos los préstamos e hipotecas contraídos para convertirlos en un solo préstamo, por el que se nos cobrará una cuota única: podremos ‘estirar’ el tiempo que tardamos en devolver el dinero, pero pagaremos más intereses totales.