La aerolíneas trabajan ya en una importante subida en el precio de los billetes de avión. El aumento de los costes de combustible, el incremento en las tasas aeroportuarias, las malas crifras de negocio de los meses de la pandemia y el aumento de la demanda están siendo utilizadas por justificar este nuevo golpe al bolsillo de los consumidores.
El sector aéreo ha informado de que regresará a niveles prepandemia para esta temporada de invierno, con un incremento de hasta marzo de 2022 de 1,9 % por encima del invierno de 2019, según los datos de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Con el levantamiento de gran parte de las restricciones y los altos índices de vacunación, ALA considera que los datos para la temporada de invierno "invitan al optimismo".
La vuelta a niveles de 2019 de este invierno apuntala la buena tendencia iniciada este verano, cuando entre abril y septiembre, ambos incluidos, se recuperó un promedio del 58 % de vuelos respecto al mismo período de 2019, y algo menos de pasajeros, un 42 % de los niveles prepandemia.
Esta mejoría en la demanda de vuelos es la que ha impulsado a las aerolíneas a plantear un aumento en el precio de los billetes ya que el incremento de la demanda crea un margen suficiente para esta subida de tarifas, algo que algunos analistas no comparte.
Históricamente, las aerolíneas han transferido los precios del combustible a las tarifas de los billetes a lo largo del tiempo, pero ahora esta subida puede ser más complicada teniendo en cuenta que los niveles de demanda se están recuperando y una subida de precios podría paralizar esta recuperación.
Otro elemento que empuja con fuerza a la subida de los billetes de avión es el precio de los combustibles, algo que las aerolíneas observan con temor ya que supone un obstáculo para la deseada recuperación.
Los principales analistas del sector aéreo no tienen ninguna duda de que las aerolíneas van a trasferir una parte de alto precio del combustible a los precios de los billetes.
Los expertos analistas aseguran que las aerolíneas europeas están mucho más expuestas a los precios más altos del combustible que durante la prepandemia, ya que han reducido la cobertura durante la crisis.
En este contexto, las acciones de las aerolíneas europeas han caído un 8 % de media en los últimos meses impulsadas por una lenta recuperación de los viajes, los aumentos de capital y el aumento de los precios del combustible. Las recientes variantes del coronavirus en varios países también han pesado sobre las acciones de las compañías.
El anuncio de varios Gobiernos de aumentar las tasas aeroportuarias para recuperar parte del dinero perdido durante la pandemia ha sentado mal en el sector. Recientemente, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo aseguró que combatirá esta medida
Aeropuertos como el Heathrow, de Londres, ya han hecho público que "va a solicitar aumentos masivos de las tarifas", algo que desde el organismo internacional ha sico calificado como "de vergüenza".
Pero desde los aeropuertos se defienden. El director general del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI World), Luis Felipe de Oliveira, emitió un comunicado en el que criticó a la IATA.
"En conjunto, los aeropuertos también son negocios que han sufrido una gran tensión financiera durante la crisis de covid-19 y el histórico descenso del tráfico de pasajeros", señaló De Oliveira, quien opinó que este puede ser el momento para repensar "la supervisión financiera de las tasas de los aeropuertos".
El enfrentamiento está servido y no solo entre estas dos partes, también con los Ejecutivos nacionales. Desde la IATA se pide que el costo de las pruebas de covid-19 que las autoridades exigen a los viajeros para volar "sean pagado por los Gobiernos", ya que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que los tests realizados por razones sanitarias deberían ser financiados por las Administraciones.
Para el presidente de la IATA, "creo que fuimos demasiado comprensivos al principio, lo que permitió imponer medidas muy restrictivas con las que no estábamos de acuerdo", advirtiendo que si hay otra pandemia el sector tendrá que responder más rápido y evitar medidas que no sean estrictamente necesarias.