La tecnología va ganando espacio en el campo español. Ganaderos y agricultores se suman a nuevos modelos productivos en los que dispositivos digitales e inteligentes ahorran tiempo y dinero posibilitando que el relevo generacional en estas tareas tan duras pueda estar garantizado. Informa Pelayo Ortiz.

En los últimos años, el campo cambia a la misma velocidad a la que lo hace la tecnología. ¿Qué faltan pastores? Un dron se encarga de llevar al rebaño, que se escapan y se van los animales donde no deben. Un chip los monitoriza en tiempo real. Y así poco a poco, muchas granjas de nuestro país están dando el salto al agro 3.0.

Ejemplos como Iván, un agricultor de Jaén ilustra bien esta cambio. Su día a día resulta más cómodo desde que su dron pastor vigila y maneja a sus ovejas a 100 metros de altura que con solo el ruido de las hélices se aprestan a moverse siguiendo la voluntad de su dueño.

Controla su ganado a distancia y para lograrlo solo necesita un transmisor con el que maneja el dron: "Son mis pies y mis manos".

Los ganaderos también se han sumado a la tecnología. Es el caso de Jesús que evita las inclemencias del tiempo tomando un café con el móvil mientras monitoriza la situación de sus 165 reses en el campo de Toledo. Asegura que "si tengo que buscar a todas las vacas en cada lote sería una pérdida de tiempo enorme".

Aquí la mecánica tecnológica varía. Se sirve de un dispositivo al cuello de cada res lo que permite el rastreo a tiempo real y alerta si salen del vallado virtual. 

Celestino es un ganadero de Galicia que ha tecnologizado sus granja para convertirla en una moderna sala de ordeño con la que obtiene unos 2.000 litros de leche cada hora. La máquina se encarga de todo de forma limpia y eficaz manejando 200 vacas cada hora multiplicando la productividad con el mismo coste y la misma energía.

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