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El gobierno luso de Luís Montenegro se ha propuesto que los jóvenes de entre 18 y hasta 35, años no paguen o paguen menos impuestos. El objetivo de la iniciativa, que ha aprobado este jueves el parlamento de Portugal, es evitar la fuga de talento del país. Una información del periodista Pelayo Ortíz.
Ya en julio, el Gobierno luso había adelantado que los jóvenes de hasta 35 años podrán utilizar una garantía del Estado para obtener una hipoteca del 100% para la compra de su primera vivienda.
La propuesta del gobierno es que durante 10 años, los jóvenes empadronados en el país luso paguen menos tasas y no escapen del país, un fenómeno que deja sin talento joven a Portugal.
El experimento fiscal de Portugal pretende bajar impuestos a los jóvenes hasta convertirse en una especie de "paraíso fiscal juvenil', según el propio Luìs Montenegro propone que hasta los 35 años no se paguen impuestos a las rentas del trabajo durante el primer año.
Y ya en el segundo año tendrían una deducción del 75% del que se podrán beneficiar hasta el cuarto año de vida laboral. La deducción sería del 50% en sus impuestos entre el quinto y el séptimo año, mientras que se reduce hasta el 25% del octavo al décimo año, según ha publicado la Cadena SER.
Lo mejor de la iniciativa fiscal para jóvenes en Portugal es que podrá beneficiar a todos los que se quieran empadronar en el país y tengan hasta 35 años.
No es la única medida que se plantea implementar el ejecutivo portugués: también incluye la exención del impuesto municipal sobre transmisiones patrimoniales onerosas(IMT) y del impuesto de Actos Jurídicos Documentados, para facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda.
El 10 de julio se publicó el decreto-ley que establece las condiciones de aplicación de esta medida, pero su aplicación práctica depende aún de su reglamento, si el Parlamento lo aprueba, según ha adelantado la web de Euronews.
Los jóvenes, dentro de estas ventajas fiscales, están los que ganen hasta 5.800 euros brutos al mes y compren una vivienda por un máximo de 450.000 euros. Los economistas lusos, sin embargo, señalan que por muy atractiva que suene, el acceso al crédito vivienda se enfrenta a la realidad de los bajos ingresos de la mayoría de los jóvenes y la fuerte subida del precio de la vivienda.
Las estadísticas oficiales revelan que dos de cada tres jóvenes ganan menos de 1.000 euros al mes y pocos bancos concederían un préstamo en estas condiciones, por el riesgo de impago. A eso se suma la escasez de viviendas a precios proporcionales a esos ingresos.
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