Al menos, en lo que a jubilación se refiere, “España no va como un cohete”. Considerado como el peor país de la UE para instalarse después de la jubilación y sexto a nivel mundial, los factores financieros y económicos, además de las condiciones climáticas, la sanidad y la felicidad generalizada de la población trasladan al país al último puesto del ranking.
Un ranking que ha sido elaborado por Natixis IM, que un año más ha presentado su Índice Global de Jubilación. Llama especialmente la atención que España solo este por detrás de Rusia, Brasil, Turquía, Colombia e India.
Llama la atención que cada vez hay más personas que consideran que es una responsabilidad individual el hecho de financiar la jubilación, en lugar de depender de pensiones públicas y privadas. De hecho, el porcentaje se ha incrementado del 67,1% al 81,2%.
Que España sea el país con peores números de toda la UE obliga a reflexionar sobre lo que se está haciendo en cuanto a políticas de pensiones. Una de las causas es la necesidad de planificación decidida de ahorro e inversión, pues los particulares deben asumir la responsabilidad para garantizar su seguridad económica y así poder vivir una jubilación digna.
Se puede considerar que falta, por parte de las autoridades públicas, un importante impulso, sin demora, del ahorro a largo plazo. Especialmente cuando tras las jubilaciones de los boomers se cuestiona la sostenibilidad del sistema de pensiones. De ahí que España precise de incentivos que ayuden a canalizar la inversión hacia vehículos centrados en los intereses y necesidades de los inversores.
Pero sin duda, lo que más pasa factura a España es la categoría de bienestar material. Esto se debe, fundamentalmente, a los malos resultados en cuanto a seguridad en el empleo (España ocupa el último puesto), renta per cápita e igualdad de ingresos. En otras categorías, como calidad de vida y salud o finanzas en la jubilación, se mantiene en el top 20 y en el puesto 31, respectivamente.
España obtiene malas notas en seguridad en el empleo (puesto 44º de los 44 analizados), renta per cápita (29º) e igualdad de ingresos (27º).
Las cifras negativas del desempleo merman la posición de España en el ranking, ya que significa que hay menos personas que cotizan a los regímenes nacionales de jubilación por reparto, como el Sistema de la Seguridad Social de España. Y es que es un riesgo para los jubilados y un serio problema para la economía nacional.
Solo hay que ver que España destaca por su elevada esperanza de vida, ocupando la sexta posición gracias a su sistema sanitario universal, dieta mediterránea y estilo de vida activo. En cuanto a calidad de vida, recibe un 75 sobre 100. Otros puntos positivos son agua y saneamiento (puesto 15), factores ambientales 17º) y calidad del aire (22º).
Que la esperanza de vida sea prolongada va de la mano con un importante envejecimiento demográfico, asociado a la caída de la natalidad. De este modo, la ratio de cotizaciones por pensionista cae en picado y compromete las pensiones del futuro.
Y es que se espera que España siga siendo, a medio plazo, de los países donde más está incrementando tanto el gasto en pensiones, como el ratio de dependencia de la edad avanzada (la relación entre personas mayores de 65 años y población en edad de trabajar).
Suiza, Noruega e Luxemburgo son las únicas naciones que se sitúan entre los diez primeros en cada uno de los cuatro subíndices. Suiza supera a Noruega en el GRI con una puntuación del 82%, quedando el país nórdico con un 81%. Islandia e Irlanda ocupan el tercer y cuarto puesto, respectivamente, mientras que los siguiente son ocupados por Países Bajos, Luxemburgo y Australia. El top 10 se cierra con Alemania, Dinamarca y Nueva Zelanda.
Los países mejor posicionados comparten su eficiente rendimiento en todos los subíndices. La calidad de vida está considerada como el subíndice con menores cambios con respecto a los datos de 2023.
Si Suiza lidera la tabla es gracias a sus puntuaciones excepcionales en el departamento de finanzas en jubilación (2º posición) y salud (3º posición). En bienestar material también sobresale con respecto al resto de países del estudio.
Llama la atención que Luxemburgo supere a Noruega en el subíndice de Salud, el cual tiene en cuenta tres indicadores: gasto asegurado en salud, esperanza de vida y gasto en salud per cápita. Sigue invirtiendo un porcentaje importante en salud.
Lejos de ser una mera clasificación que sitúe a España en el puesto 39 (con 49 puntos) de los 49 de la tabla clasificatoria, es una llamada de atención. Se debe trabajar por mejorar aspectos como el bienestar material y las finanzas en jubilación, pero también la baja tasa de natalidad y el despunte del desempleo.
Para prevenir una crisis de jubilación, España deberá trabajar por invertir, de la mano de un asesor financiero profesional, en el diseño de una cartera resistente y diversificada que permitiese obtener las máximas oportunidades de ahorro que surgiesen. Los particulares empiezan ahora a darse cuenta de que, si quieren lograr sus objetivos, van a tener que elevar su nivel de ahorro.
Para ello, España deberá seguir avanzando en materia de educación y cultura financiera y que las autoridades continúen impulsando el ahorro a largo plazo.
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