Los ciudadanos españoles que se han desplazado de sus domicilios para lanzarse a disfrutar de sus vacaciones corroboran lo que es un secreto a voces: los precios también se han disparado para el sector turístico. Aunque el IPC ha bajado dos décimas su tasa interanual, gracias principalmente a la bajada de los carburantes y el aceite, y el precio de los alimentos se ha moderado respecto al mes pasado, lo que más afecta a la subida son los paquetes turísticos, un incremento del 18,6%.
Nos está costando más mover la maleta; una subida que a algunos les está quitando el sueño: “Nos ha costado 200 euros más”, nos cuenta un hombre que ya disfruta de sus vacaciones, ante nuestras cámaras.
“Nos ha costado muy caro”. “Los hoteles ya de 2.000 para arriba”, nos cuentan otros que, como él, ya intentan desconectar de la rutina habitual.
“Una cerveza, 3 euros”, denuncia otra mujer, dejando ver ese alza que se extiende a múltiples niveles.
“Se han disparado muchísimo los precios. De costa, en especial, por lo que se están inclinando por otros productos”, nos cuenta Lina Fuentes, directora de agencias de viajes.
Los hoteles explican que no han tenido más remedio que adaptarse: “Por el incremento del IPC, obviamente, y luego por la subida de todos nuestros costes”, señala Jorge Lepe, director del Hotel Cimbel Benidorm
Apuntan que ha subido un “10-15%, todo”, aunque, por ejemplo, al Levante no le ha afectado mucho.
“Es muy difícil de encontrar habitaciones por esta zona, en cambio se nota que hay más alegría en cuanto a reservas”, dice José Miguel, portavoz de Hosteleros Playa las Arenas de Valencia.
Al menos, lo que más nos agobia, –la cesta de la compra–, “parece que ya va un poco mejor”, y se modera su subida, como los carburantes que están algo más baratos y suponen un ‘ahorrillo’ para estas vacaciones.
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