¿Cómo importar un coche a España desde otro país?
Hay que asegurarse de que el vehículo cumple con las normativas de la Unión Europea (UE) en cuanto a emisiones y seguridad.
Una vez realizada la compra, necesitaremos contrato de compraventa, la factura y la documentación del vehículo (permiso de circulación y ficha técnica para poder traerlo a España
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Según datos de ANFAC, el año pasado las exportaciones de coches en España crecieron hasta los 44.574 millones de euros, un incremento del 26 por ciento respecto al año 2022.
Del lado opuesto, importar un vehículo desde el extranjero es una opción que ha ganado en popularidad en los últimos años, gracias a la competitividad y amplitud del mercado global y a los precios, muy atractivos si sabemos encontrar buenas ofertas fuera de nuestro territorio.
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Lo más habitual es que no sea necesario acudir al mercado exterior para comprar. La oferta disponible, con casi todas las marcas y países, hace que la importación sea una posibilidad residual, pensada sobre todo para conductores con una idea muy concreta en la cabeza que no encuentran determinados modelos de coche y deciden buscar en otros mercados donde se comercializan.
Pasos para importar un vehículo dentro de la Unión Europea
El proceso dependerá en primer lugar de qué tipo de coche queremos traer a España: uno nuevo o uno usado que hayamos adquirido en el mercado de segunda mano. En ambos casos tendremos que pasar por ciertos trámites administrativos para asegurar que el vehículo viaja con todo en regla, cumpliendo la normativa de la Unión Europea.
Para coches importados desde la UE, el proceso es algo más sencillo que con los que viajan de países fuera de este ámbito territorial, ya que contarán con la homologación correspondiente y no será necesario realizar este trámite adicional.
El primer paso es localizar el modelo en el país de origen, comprarlo y comprobar que cuenta con la homologación europea. Esto permitirá que podamos matricularlo en España una vez cruce la frontera. Con la adquisición, deberemos obtener una copia del contrato de compraventa (el vendedor también recibirá la suya), el certificado de registro, la factura, el permiso de circulación y la ficha técnica de la inspección técnica de su país de origen.
Con todos los papeles en nuestro poder, toca matricularlo en la Jefatura Provincial de Tráfico que nos corresponda.
Además, habrá que pagar la 1.1, la tasa correspondiente a la expedición de un nuevo permiso de circulación.
Por la parte que corresponde a la Agencia Tributaria, hay que presentar el modelo 576 (Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte). Este trámite puede realizarse de forma online en la Sede Electrónica de la entidad, sin necesidad de solicitar cita previa y desplazarnos a una oficina. Tan solo habrá que contar con DNI-E, certificado digital o cualquier otro método de identificación digital aceptados por Hacienda.
Por último, si el vehículo es nuevo y tiene menos de seis meses de antigüedad, tendremos que presentar el modelo 300 o 309, como justificante del pago del IVA, además de abonar el impuesto de circulación.
Cómo importar un vehículo desde el extranjero
Mencionábamos antes que el proceso se complica un poco más cuando queremos traer a España un coche que hemos comprado en un país que no pertenece a la Unión Europea.
Al inicio, haremos lo mismo que con un coche importado en el mercado europeo: con la compra obtendremos un contrato, una factura, una ficha técnica y el certificado de conformidad, un documento emitido por el fabricante que certifica que el vehículo cumple con todas las normativas y regulaciones técnicas y de seguridad establecidas en la Unión Europea (UE) u otros mercados específicos. Este certificado es esencial para el proceso de matriculación y registro de un vehículo nuevo en un país miembro de la UE. Necesitaremos estos documentos para, más adelante, tramitar la inspección técnica en España y habilitar el coche para que circule.
Los vehículos que proceden de la Unión Europea no están obligados a pasar por Aduanas, como sí le sucede a los modelos que vienen de otros ámbitos territoriales. Este será el segundo paso más importante: lograr que el coche cruce la frontera. Una vez hecho esto, pagaremos a la Agencia Tributaria el arancel correspondiente y haremos una declaración de importación en la que aportaremos los distintos documentos que nos soliciten, entre otros, el título de propiedad o el certificado de importación.
Restaría abonar dos impuestos: el 21% de IVA, que se calculará en función del precio base de la factura, y el modelo 576 (Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte).
A partir de aquí, habrá que solicitar a una empresa de transporte que lo remolque hasta una estación de ITV, ya que los coches en proceso de matriculación no pueden circular legalmente. En la inspección, aportaremos el permiso de circulación, o bien el certificado de conformidad europeo, la factura y el contrato. Cuando hayamos obtenido un resultado positivo y tengamos en nuestro poder la tarjeta de ITV, ya podemos solicitar la matriculación del vehículo en la Dirección Provincial de Tráfico que nos corresponda por domicilio y pagar el impuesto de circulación.