El coche eléctrico avanza en Europa, pero con el freno de mano echado

El objetivo es ambicioso en toda Europa: el 70 % de los coches nuevos deberían de ser eléctricos en seis años. Hay algunas compañías que ya han empezado esa transformación y muy pronto solo venderán este tipo de vehículos, pero la realidad es que le está costando despegar y las ventas están por debajo de las previsiones.

Los usuarios dudan ante la diversidad de ofertas: de gas, de gasolina, diésel, eléctrico enchufable, híbrido. El desconcierto ante la definición de una tecnología se refleja en cuanto pisan el concesionario. Los precios han bajado algo en los vehículos más ecológicos, pero no lo suficiente.

Los concesionarios aseguran que dan lo mejor de sí para demostrar las bondades de apostar por una tecnología más limpia, pero entienden que la decisión sigue costándole a los consumidores.

"Las bondades de esta tecnología son irrefutables, pero todavía cuesta", ha relatado un experto en venta de vehículos.

¿Por qué no arranca el coche eléctrico en España?

Entre las cosas que más echan para atrás son los precios, que no están al alcance de todos los bolsillos, por lo que está compra sigue siendo minoritaria respecto a los países nórdicos, donde las tasas de matriculación se distancian bastante de las nuestras.

Las ayudas públicas existen en España, pero son insuficientes, intermitentes y complicadas de solicitar. Es la queja de muchos usuarios que sí se han decidido por vehículos ecológicos, pero después se encuentran con el laberinto de unas subvenciones que parecen inaccesibles.

Desde la Asociación de Fabricantes de Automóviles (ANFAC) hablan de escasos puntos para realizar las recargas: todavía son insuficientes y durante fechas especiales los usuarios se ven obligados a hacer colas. Son alrededor de 32.000 en toda España, pero no están en línea con las aspiraciones europeas de vender coches eléctricos a millones de consumidores.

Hay distritos de las grandes ciudades donde apenas existen o son residuales, algo que no ayuda tampoco a decidirse por un eléctrico enchufable si después no vas a poder cargarlo, a menos que tengas la posibilidad de instalar un puesto de carga en tu propia casa.

Los clientes también se quejan de que la autonomía de los eléctricos todavía para largas distancias no es satisfactorio: "para largo alcance está bien, pero para trayectos largos" no llegan.

Hay más de 8.000 estaciones de recarga fuera de servicio y esto es un hecho nada estimulante para comprar un vehículo eléctrico, aseguran fuentes del sector.

A eso se le suma que las expectativas sobre las fábricas europeas de baterías todavía no están disponibles....Por todas estas razones, el coche eléctrico avanza, pero con el freno de mano echado.

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