El barrio de Lavapiés ha salido hoy a la calle para defender su supervivencia, como un lugar habitable, intercultural, con servicios públicos, comercios, un lugar para vivir y no para especular. Un barrio que se ha organizado contra la especulación y que es reflejo de una realidad extendida.
Según datos del Sindicato de Inquilinas en la ciudad hay 1.000 edificios que los fondos de inversión han comprado o pueden comprar, con un objetivo claro, según explica Lucas Vaquero, “echar a sus vecinos e inflar el precio del alquiler”.
Carmen Cajamarca lleva 25 años viviendo en Lavapiés, su contrato está en vigor hasta 2028, pero denuncia que el nuevo propietario del edificio le ha enviado un burofax con la exigencia de que se marche en mayo. “Quebrantando la Ley, asustándome”, declara visiblemente enfadada. Pero ella, como sus vecinos, y centeneres en todo Madrid han decidido plantar batalla. Se declaran bloque en lucha, ya hay decenas en Madrid, y organizados por el Sindicato de Inquilinas aseguran que se quedan, que no se someten a las subidas que califican de “abusivas” del precio del alquiler, y exigen una negociación colectiva. Condiciones generales y mejores para todos los vecinos. Y no es una batalla perdida, según explica Vaquero el Sindicato ha conseguido llegar a acuerdos, por ejemplo, con “Black Stone”, uno de los fondos de inversión que domina el mercado inmobiliario.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento