{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El hecho de comprar una casa no es tan simple como poner el dinero sobre la mesa y convertirse en propietario. Se trata de un trámite que conlleva ciertos pasos y costes, y ser consciente de ello nos ayudará a entender mejor el proceso de adquisición de una casa.
De esta forma, la formalización de la compra de una vivienda y su inscripción en el Registro de la Propiedad no son meros trámites burocráticos, sino pasos cruciales que garantizan la seguridad jurídica del comprador y formalizan el cambio de titularidad de la propiedad. Este proceso implica una serie de gastos notariales, de registro e impuestos, cuya cuantía puede variar significativamente dependiendo de distintos factores.
Los aranceles notariales, también conocidos como honorarios del notario, suponen uno de los costes directos más importante a tener en cuenta durante el proceso de escrituración. Estos honorarios están regulados y varían según el valor de la vivienda, oscilando generalmente entre 600€ y 1.200€. La función del notario es crucial, ya que certifica la voluntad de las partes, verifica la legalidad del proceso y redacta la escritura pública que será luego inscrita en el Registro de la Propiedad.
La inscripción de la escritura en el Registro de la Propiedad es otro paso indispensable para que el cambio de titularidad tenga efecto frente a terceros. Los gastos asociados a este trámite suelen situarse entre los 400€ y los 650€, variando en función del tamaño y ubicación de la propiedad.
Además de los gastos notariales y de registro, el comprador también debe hacer frente a una serie de impuestos que pueden hacer que aumente significativamente el coste total de la escritura:
Para realizar este proceso de escrituración, es necesario contar con una serie de documentos, además de cumplir ciertos requisitos, como la obtención de una nota simple del Registro de la Propiedad que verifique la ausencia de cargas sobre la vivienda, la presentación de los últimos recibos del IBI pagados, y la certificación de la comunidad de propietarios de que el inmueble está al corriente de pagos. En caso de financiación mediante hipoteca, es imprescindible la presencia de un representante de la entidad financiera durante la firma ante notario.
El conjunto de todos estos gastos e impuestos puede suponer, en promedio, entre un 6% y un 8% del valor de la vivienda, lo que supone una cantidad lo suficientemente importante como para tenerlos en cuenta a la hora de valorar la compra y el proceso de adquisición de la vivienda para cualquier comprador.