Se han hartado. Viven entre obras, con cortes constantes del agua caliente, goteras, roturas, inseguridad. Y además de no solucionar todos estos problemas el fondo de inversión propietario de las viviendas (Lazora-Nestar), les sube el alquiler un 30% al cumplir tres años su contrato; aunque, en teoría, la Ley no lo permita.
Lo hacen porque en la firma del contrato, y en una posición de debilidad por los altos precios del alquiler que hay en la Comunidad de Madrid, se incluyen cláusulas que el Sindicato de Inquilinas considera “abusivas”, porque les obliga a pagar la tasa de la comunidad, el IBI o las basuras o un seguro de impago, entre otras.
Por eso, han decidido organizarse y, a través del Sindicato, van a plantear una negociación colectiva (son 42 edificios y más de 4.000 inquilinos los que están en una situación similar) para que les quiten esas cláusulas y se fije un precio igual para todos los inmuebles. Si no les hacen caso, aseguran que irán a una huelga parcial de alquiler; es decir, pagarán la renta, pero no las cláusulas impuestas por el fondo de inversión.