Imaginemos la situación: se acerca fin de mes y es día de recibir la nómina de parte de la empresa para la que trabajamos. Sin embargo, en lugar de realizar la transferencia del dinero correspondiente, el personal de la empresa nos retribuye en metálico, con dinero contante y sonante en nuestra mano. ¿Es esto legal y podría llegar a pasarnos?

Por fortuna, el pago de nóminas en efectivo en España es complejo y está sujeto a normativas específicas, principalmente bajo la Ley Antifraude de 2021. Esta ley establece límites muy concretos para los pagos en efectivo, incluyéndose los salarios, como una medida para combatir el fraude fiscal y promover la transparencia en las transacciones financieras.

La Ley Antifraude permite a las empresas pagar las nóminas en efectivo siempre que la cantidad no exceda los 1.000 euros. Este límite se aplica a las transacciones entre empresarios y profesionales, mientras que para personas físicas no residentes en España, el límite es de 10.000 euros. Este cambio en la legislación responde a un esfuerzo por reducir la economía sumergida y los pagos "en B" (pagos no declarados).

La práctica de pagar la nómina en efectivo, aunque es legal bajo ciertas condiciones, implica responsabilidades adicionales tanto para los empleadores como para empleados. Las empresas deben asegurarse de documentar adecuadamente estos pagos, generalmente mediante una hoja salarial firmada por el empleado, que sirve como confirmación de la recepción del salario. Esta documentación es crucial para la empresa en caso de disputas y reclamaciones o inspecciones fiscales posteriores.

El incumplimiento de las regulaciones establecidas puede conllevar serias sanciones financieras. Si se supera el límite de 1.000 euros en un pago en efectivo, y se descubre, la empresa puede enfrentarse a una multa del 25% de la cantidad total de la transacción. Además, en situaciones donde un empleado alegue no haber recibido su salario, la empresa debe ser capaz de proporcionar pruebas sólidas del pago, de lo contrario, podría tener que enfrentarse a las respectivas demandas y tener que pagar nuevamente los salarios reclamados.

Si bien el pago de salarios en efectivo es legal bajo ciertas condiciones, las empresas suelen preferir las transferencias bancarias por varias razones prácticas y de seguridad. Las transferencias bancarias facilitan el seguimiento de los pagos, ayudan a combatir el fraude fiscal y aseguran una mayor transparencia de las transacciones financieras entre las partes implicadas. Además, con la tecnología bancaria actual, los pagos pueden realizarse de manera rápida y eficiente, y los empleados pueden acceder a sus nóminas de forma sencilla y en cualquier momento a través de internet, lo que facilita enormemente la gestión de sus finanzas personales.

En resumen, el pago de nóminas en efectivo en España es legal, siempre y cuando se cumpla con las normativas establecidas, especialmente en términos de los límites de cantidad y la documentación adecuada. Sin embargo, las empresas deben sopesar cuidadosamente los riesgos y responsabilidades asociados con esta práctica y considerar alternativas más seguras y transparentes, como las transferencias bancarias.