Fondo de emergencia: ¿Por qué es importante contar con uno?
Contar con un fondo de emergencia es ideal para que una contingencia inesperada descalabre la economía familiar
Los gastos inesperados, como el arreglo de un electrodoméstico o la pérdida del trabajo, son un quebradero de cabeza
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La vida está llena de imprevistos y, aunque algunos son ilusionantes, otros hacen que nos llenemos de preocupaciones, sobre todo cuando están relacionados con el dinero y parecen obsesionados con desequilibrar el balance económico que teníamos planeado. En estos casos, los previsores ganan, como quien ha conseguido ahorrar para contar con un fondo de emergencia.
Un fondo de emergencia es una reserva de dinero que se guarda para poder hacer frente a un gasto no planificado o a una emergencia financiera, como puede ser la reparación de un vehículo o un electrodoméstico, así como afrontar la pérdida de ingresos repentina, evitando tener que recurrir a préstamos.
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Beneficios de tener un fondo de emergencia
Este dinero que se ahorra y se retira es, como su nombre indica, para cubrir emergencias. En teoría no va destinado a otra cosa, ni para las vacaciones de verano ni para las fiestas de Navidad, estas son épocas de gastos más elevados que suceden todos los años y como tal depende de nuestra propia planificación tenerlas en mente y prepararnos económicamente para ellas.
Los fondos de emergencia, como hemos explicado antes, nos permitirían hacer frente a gastos inesperados, pero que no podemos planificar. No se usan para caprichos, aunque lo cierto es que nadie nos impide hacerlo. Sin embargo, reservar una pequeña cantidad que se destine a imprevistos puede tener grandes beneficios para nosotros a largo plazo.
Por ejemplo, saber que contamos con esa cantidad nos aporta tranquilidad, que en muchos casos es necesaria para poder quitarnos presión de encima. Sabiendo que una vez tengamos cubiertos los gastos básicos y pagadas todas las facturas podemos ahorrar un poco de dinero, por si más adelante no tenemos tanta suerte, hace que descansemos mejor.
Esto también ayuda a que no tengamos que tomar decisiones que a corto plazo parecen inevitables, pero a largo no son demasiado favorables, como puede ser aceptar un préstamo con un interés que no podemos permitirnos porque ese dinero en ese momento es la única forma que vemos de solucionar el problema que tenemos delante. Contar con un fondo de emergencia evitará que nos veamos con el agua al cuello.
Este fondo además nos permite seguir cumpliendo nuestras metas sin que todo el presupuesto que teníamos planteado se nos desajuste. Ante un imprevisto, esos gastos quedarán cubiertos por el fondo de emergencia y podremos seguir adelante con nuestros planes de viajes o cenas en restaurantes.
La cantidad que conviene tener en ese fondo de emergencia no es fija, dependerá de las posibilidades de cada uno, de los ingresos que entran en casa y de las personas que cada cual tiene a su cargo. Lo ideal es, tal y como recomiendan desde Finanzas para todos, que sea suficiente para cubrir entre tres y seis meses de gastos fijos, como vivienda o manutención, necesidades básicas que se mantienen a lo largo del tiempo.
Una cantidad que no es sencilla de ahorrar para todo el mundo, pero que puede dar mucha tranquilidad si se consigue, ayudándonos a quitarnos un peso de encima.