Todas las comisiones que tu banco te puede cobrar, aunque no estén en el contrato
Algunos bancos cobran hasta por acudir a la ventanilla y no realizar la operación en un cajero
Los bancos pueden poner las tarifas o precios de las comisiones bancarias que estimen, siempre que estas respondan a un servicio prestado
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Todos sabemos que la voracidad de los bancos por nuestro dinerito es infinita: te pueden cobrar comisiones por hacer una transferencia, tener una tarjeta de crédito y por lo que llaman administrar tu cuenta...Los usuarios, sin embargo, saben que a veces llegan cargos por hacer la gestión en la ventanilla y no en el cajero o incluso por inactividad, es decir si no usas tu dinero durante un tiempo.
La mayoría de las comisiones bancarias habituales por los que las entidades financieras pueden cobrar al cliente por servicios que no estaban contemplados expresamente en su contrato tienen la obligación de informar antes de cobrar, aunque no siempre es así.
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Las comisiones, por definición, responden a un servicio prestado por las entidades a sus clientes y la banca solo puede aplicar estos cargos si informa previamente al cliente sobre sus condiciones y éste las acepta expresa o tácitamente.
Entre estas comisiones, las más habituales por la que los bancos cobran están: enviar una transferencia, cambiar divisas, administrar una cuenta, estudiar la viabilidad de un préstamo o tener una tarjeta de crédito.
Sin embargo, en ocasiones los bancos se pasan y provocan rechazo social o al menos la sorpresa cuando cobran comisiones por la retirada de efectivo en ventanilla o de cualquier otro servicio que el cliente podría hacer por sí solo en el cajero o en la web de la entidad, según señalan desde Kelisto.es.
Esta fuente las considera comisiones "raras", por ejemplo, cuando los bancos te hacen pagar por el uso de las oficinas, comisiones por inactividad, por rechazo de recibos domiciliados o por solicitar un extracto de los movimientos.
Por ejemplo, Abanca, con su Cuenta Clara, solo permite que el cliente realice operaciones en sucursales por valor de menos de 600 euros. Si se supera esta cifra, la entidad transformaría esta cuenta en una cuenta corriente que sí tendría comisiones de administración, mantenimiento y transferencias, explican desde kelisto.es.
Otra comisión que resulta curiosa es la que algunas entidades como Bnext cobran por inactividad de una cuenta o por el rechazo de recibos domiciliados, a la que se sumaría la que aplican otros bancos por emitir extractos de movimientos pedidos por el cliente, en lugar de descargárselo de la web o la app.
Cajamar cobra 7,5 euros por un extracto de cuenta, más 0,02 euros si este tiene una antigüedad de hasta 6 meses. El coste por apunte no varía, pero sí el coste fijo, que aumenta al tiempo que aumente la antigüedad del documento, hasta llegar a los 20 euros que se cobra si el extracto tiene más de 5 años de antigüedad.
Por otro lado, sin ser una comisión "rara", resulta llamativo que algunas entidades, como es el caso del Banco Santander con su cuenta online, cobren un gasto por reclamación de posiciones deudoras de hasta 49 euros, cuando es una comunicación que en la mayoría de los casos se hace por carta.
Los bancos digitales los que menos comisiones cobran a sus clientes
No obstante, en el caso de la banca española es frecuente que no se apliquen al cliente comisiones básicas como la de mantenimiento de la cuenta o la emisión y mantenimiento de tarjetas si se tiene domiciliada una nómina o ingresos recurrentes.
Tras analizar la oferta de los bancos que ofrecen cuentas nómina, todos incluyen una tarjeta de débito y transferencias gratis, ninguno aplica comisiones de administración, aunque un 12 % cobra comisión de mantenimiento. El 76 % de las entidades, además, incluye sin ningún coste una tarjeta de crédito, pero no de débito, que también suelen cobrar aparte.
Los usuarios que más se libran de las comisiones más frecuentes son los que tienen sus ingresos en bancos exclusivamente digitales, pero no todos los clientes prefieren esta opción y eligen un contacto más presencial.
La situación cambia si se trata de cuentas corrientes en las que el cliente no tiene la nómina, pensión o unos ingresos recurrentes domiciliados, pues un 37 % de las entidades cobra una comisión mensual que ronda de media los 10 euros, aunque en algunos casos no llega al euro y en otros puede alcanzar los 45 euros.
El Banco de España, en el portal del Cliente Bancario, indica que las tarifas o precios de las comisiones bancarias son "libres" y el supervisor no autoriza ni consiente, no puede denegar, ni limitar, el importe de las comisiones bancarias.
Es decir, los bancos pueden poner el importe o precio que estimen oportuno, salvo en aquellas operaciones bancarias en las que los importes estén limitados por norma, como sucede –por ejemplo- con la cancelación o amortización anticipada de un préstamo hipotecario o de un crédito al consumo.
La clave está en que las comisiones bancarias deben responder a servicios efectivamente prestados o gastos y no se pueden cobrar al cliente por servicios que no haya solicitado o aceptado.