Las pensiones contributivas subirán un 3,8% en 2024

Las pensiones contributivas subirán en 2024 en torno a un 3,8% con la fórmula de revalorización recogida en la ley de reforma de las pensiones en la que se tiene en cuenta, como referencia para determinar la subida de estas prestaciones, el IPC interanual promedio de doce meses (de diciembre del año anterior a noviembre del ejercicio en vigor).  La tasa general de inflación se habría desacelerado este mes dos décimas hasta el 3,2%, después de estancarse en el 3,5% en octubre.

Además, las pensiones no contributivas —aquellas que no exigen haber cotizado a la Seguridad Social para percibirse— aumentarán un 6,8%, en línea con lo establecido en la reforma aprobada por el Ejecutivo en marzo.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este miércoles el dato adelantado del IPC de noviembre, con lo que es posible anticipar cuánto se revalorizarán las pensiones contributivas en 2024 haciendo la media de los doce meses anteriores, en este caso diciembre 2022-noviembre de 2023. El cálculo obtenido es del 3,76%, con lo que las pensiones contributivas, subirán el próximo año en torno a dicho porcentaje.  Si la inflación interanual media entre diciembre del año pasado y noviembre de este año hubiese sido del 8,5%, se habrían revalorizado un 8,5%, como ocurrió en 2023. 

Un alza del 3,8% implicará una subida en la pensión media del sistema de unos 45,5 euros al mes. Actualmente, la prestación promedio asciende a 1.198 euros mensuales en 14 pagas. En el caso de las jubilaciones, la prestación media se revalorizará en 52 euros mensuales y pasará, de esta forma, de los 1.378 euros al mes actuales a 1.430 euros el año que viene.

10 millones de pagas

El dato de inflación de noviembre conocido este miércoles permite hacer el cálculo de la revalorización de los 10 millones de pagas de este tipo, percibidas por algo más de 9 millones de españoles, y cuya actualización está determinada por la Ley 21/2021.

En todo caso, habrá que esperar a conocer el dato definitivo del IPC de noviembre, que el INE publicará el próximo 14 de diciembre, para confirmar el porcentaje exacto de subida de las pensiones de 2024, aunque los datos definitivos de IPC apenas suelen variar, si acaso alguna décima. Según el INE, el IPC interanual de noviembre se situó en el 3,2% de acuerdo a su estimación inicial.

La primera parte de la reforma del sistema, impulsada durante la pasada legislatura por el entonces ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, estableció un método objetivo de cálculo para la revalorización de las pensiones, con el objetivo de blindar el poder adquisitivo de los pensionistas y que este no quedase al albur de la voluntad política de los diferentes ejecutivos. El texto dice lo siguiente: "Las pensiones de Seguridad Social, en su modalidad contributiva, incluido el importe de la pensión mínima, se revalorizarán al comienzo de cada año en el porcentaje equivalente al valor medio de las tasas de variación interanual expresadas en tanto por ciento del Índice de Precios al Consumo de los doce meses previos a diciembre del año anterior".

La revalorización del 3,8% afectará a 10.101.961 pensiones contributivas: 6,4 millones de jubilación, 2,4 millones de viudedad, 945.000 de incapacidad permanente, 340.000 de orfandad y 45.000, en favor de familiares, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones este mismo martes. Por su parte, el número de pensionistas es de 9.145.589. De ellos, 4,6 millones son hombres y 4,5 millones mujeres. La proporción de pensiones por pensionista es de 1,1 prestaciones por persona.

La pensión con más beneficiarios es la de jubilación, con 6,3 millones de personas. De ellas, el 60,1% son hombres, mientras que en el caso de la pensión de viudedad, de las 1,5 millones de personas que la perciben como principal prestación, el 95,8% son mujeres. Por otra parte, hay 940.387 perceptores de incapacidad permanente, 322.796 de orfandad, y 44.770 en favor de familiares.

Los cambios en la ley a la hora de fijar la subida de las pensiones

Hasta 2011, año en que se congelaron todas las pensiones menos las mínimas y no contributivas, las pensiones se revalorizaban cada año conforme a la inflación prevista y luego se abonaba una paga compensatoria si el índice de precios de consumo (IPC) de noviembre era mayor a la subida fijada.

En 2013 se estableció un mecanismo de revalorización ligado a la situación financiera de la Seguridad Social, que establecía una subida mínima del 0,25 % mientras estuviera en déficit.

En 2018 se derogó de facto ese mecanismo con la recuperación de la denominada "paguilla" que se calculó con la media de las tasas interanuales de IPC de los últimos doce meses, en lugar de con el IPC de noviembre como era tradicional. Esta fórmula se adoptó legalmente en la reforma de las pensiones de 2021 para calcular la revalorización anual, después de que la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo recomendara volver a ligar las pensiones al IPC.

Las mínimas y no contributivas subirán más

Este dato de IPC anual influye también en el alza de las pensiones no contributivas, aunque el porcentaje exacto no se conoce aún, puesto que las 275.000 pagas de este tipo subirán más que la inflación, es decir, en mayor porcentaje que el resto.

Según la ley vigente, quienes perciban pensiones mínimas cobrarán más en 2024, pues la reforma prevé el incremento progresivo desde 2024 de la paga mínima contributiva de jubilación, para que en 2027 no pueda ser inferior al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos. En la actualidad, la pensión mínima es de unos 13.500 euros anuales, que irían aumentando hasta llegar a 16.500 euros anuales en 2027, según cálculos del Ministerio de Seguridad Social.

La nueva ministra, Elma Saiz, prometió en su discurso de toma de posesión, que desde su ministerio "seguiremos mejorando las cuantías de las pensiones mínimas y de las no contributivas", que subirán por encima de lo que lo haga el IPC.

El Real Decreto-ley 2/2023 del 16 de marzo ordena que las pagas no contributivas por jubilación e invalidez, gestionadas por el IMSERSO, deben experimentar un crecimiento superior a la revalorización del IPC. El texto legal establece que los beneficiarios de estas pensiones disfrutarán de una subida progresiva de la cuantía hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza, calculado para una persona viviendo sola. 

Según cálculos del Ministerio de Seguridad Social, experimentarán en los próximos cuatro años un incremento del 22% de la pensión mínima contributiva con cónyuge a cargo, que pasará de 966,20 a 1.178,50 euros al mes. La reforma establece que la pensión mínima contributiva con cónyuge a cargo debe alcanzar el 60 % de la renta mediana de un hogar de dos adultos, lo que supondrá 16.500 euros anuales en 14 pagas en el año 2027.

Con arreglo al mismo criterio de suficiencia, la pensión mínima no contributiva tendrá que situarse en el 75 % del umbral pobreza individual, lo que en 2027 serían cerca de 8.300 euros anuales o unos 592 euros al mes, frente a los 457,30 actuales.

El impacto en la negociación del SMI

Esta subida será también la que defienda este jueves el Ministerio de Trabajo en la mesa de diálogo social para negociar el salario mínimo interprofesional (SMI) para 2024. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró la semana pasada que el SMI debe mantener el poder adquisitivo y subir en línea con la tasa media del IPC entre diciembre de 2022 y noviembre de este año, que estimó entonces que sería entre el 3,7 % y el 3,8 %.

A la reunión acudirá una patronal que defiende una subida del 3 % para el año que viene (más otro 3 % para 2025) y unos sindicatos que tachan de "insuficiente" la propuesta y piden que se tenga en cuenta la inflación de los productos básicos, como la alimentación, mucho más elevada. 

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