Con alarmas y cadenas. Así se ve ya el aceite en muchos supermercados de España para evitar robos. La razón: la escalofriante subida de este producto básico en la cesta de la compra de los españoles. El nuevo dato del IPC vuelve a poner al aceite junto a los carburantes a la cabeza de las subidas.
De hecho, las ventas de aceite de oliva han descendido un 18% tras el aumento de los costes de producción y el impacto del sector en las botellas de todas las marcas y variedades. De hecho, un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en una veintena de cadenas de supermercados de España, Italia, Francia y Portugal evidencia el elevado precio de este alimento básico en nuestro país.
La realidad es que el impacto del precio del aceite está siendo mayor en nuestro país. Según los datos de este informe, el precio medio actual del aceite de oliva virgen extra de marca blanca en España es de 8,72 euros/litro, frente a los 8,21 euros/litro que tiene en Italia, los 7,95 euros/litro en Francia y los 6,86 euros/litro en Portugal.
Es decir, este tipo de aceite de oliva, el más consumido en nuestro país, es un 6% más caro que en Italia, un 16% más caro que en Francia y un 27% más caro que en Portugal. Datos que han levantado una gran diversidad de opiniones en las redes sociales. El litro de este ingrediente esencial en la gastronomía española en Irlanda tenía un valor de 4,70 euros; en Puerto Rico, 7,20 euros; en París, 5,32 euros y en Italia, 4,99 euros.
El precio del aceite de oliva se disparó en agosto un 52,5% respecto al mismo mes de 2022, su mayor subida interanual en 21 años, y aumentó un 8,7% respecto al mes de julio, según datos de la estadística del IPC publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Desde marzo de 2021 hasta agosto de este año, el precio del aceite de oliva se ha encarecido un 114,8%, es decir, más del doble. El también llamado 'oro líquido' acumula hasta agosto 28 meses consecutivos de ascensos interanuales, con crecimientos de dos dígitos en los últimos 27 meses. El precio del aceite de oliva empezó su actual senda ascendente en abril de 2021, cuando se registró un repunte interanual del 2%, que en mayo se amplió al 5%. A partir de ahí y durante 27 meses consecutivos, se ha encarecido a tasas de dos dígitos.
En valores mensuales, su precio ha subido en siete de los últimos ocho meses. El último dato, el de agosto, refleja que el aceite de oliva costó a los hogares españoles un 8,7% más que en julio. El aceite de oliva se ha situado a la cabeza de los alimentos que más se han encarecido en el último año, tras aumentar su precio un 52,5 % anual en agosto, seguido del azúcar, que se vende un 42,5 % más caro.
Los últimos datos desagregados del Índice de Precios de Consumo (IPC), difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran la tendencia alcista del aceite de oliva, en contraposición con los demás aceites comestibles, que se han abaratado el 33,9 % en el último año. Solo en un mes, entre julio y agosto, el aceite de oliva se encareció el 8,7 %, más que ningún otro alimento, y en los ocho primeros meses del año acumula una subida del 25,9 %.
Por el contrario, los otros aceites comestibles han experimentado unas caídas del 3,4 % respecto a julio y del 26,6 % entre enero y agosto en comparación con el mismo periodo de 2022, en línea con la evolución de los precios internacionales.
Superado el efecto de la guerra en Ucrania, los precios mundiales de aceites vegetales como el girasol han bajado en el último mes por la abundancia de suministros de los principales exportadores, lo que ha aflojado las tensiones, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Según datos del INE, el consumo medio de aceite de oliva por cada hogar se situó en 2022 en 22,1 litros, la mayor cifra desde 2018, cuando su consumo medio fue de 22,2 litros por familia. Esta cifra anda lejos de los 30,4 litros que consumía de media cada hogar en 2007, año en el que se produjo el estallido de la crisis financiera.
Durante el primer año de pandemia, el consumo medio por hogar de aceite de oliva fue de 20,5 litros, cifra que fue en ascenso a medida que España recuperaba la normalidad, hasta situarse en 2022 en los 22,1 litros.
El gasto medio por hogar en aceite de oliva alcanzó los 97,7 euros en 2022, frente a los 77,6 euros de 2021. Es decir, el año pasado, los hogares gastaron de media 20,1 euros más en aceite de oliva que en el año inmediatamente precedente. Se trata de la cifra más alta desde 2007, cuando el gasto medio por hogar en aceite de oliva se situó en 98,9 euros. Entre 2006 y 2022, el año de menor gasto en este producto básico en la llamada dieta mediterránea fue el de 2020, primer año de pandemia, cuando se alcanzaron los 65,5 euros de media por hogar.
Ante este realidad los españoles optan por comparar cada vez más los precios en diferentes tiendas, apostar por los 5 litros y aprovechas las ofertas. Eso y usar para la freidora un aceite de menos calidad que el virgen extra. Los expertos también aconsejan pasar del aceite de oliva y usar otras grasas alternativas, como los aceites de semillas, o grasas de origen animal (grasa de vacuno, manteca o grasas de cerdo), o mantequilla para guisar.
Para preparar algunos aliños o salsas como la mayonesa se puede recurrir a aceites con sabores más suaves como son el de girasol o el de soja. Los aceites de semillas son ricos en grasas poliinsaturadas, por eso son un buen recurso para preparaciones que no necesitan un tratamiento térmico y así evitar su degradación.
En el caso, de que vayas a freír filetes de pescado o carne, verduras o patatas el aceite de girasol alto oleico, el aceite de oliva (refinado) o el aceite de orujo de oliva son los más recomendables.