Así son las técnicas de Casino de los supermercados para que compres más

La rentabilidad de los supermercados oscila entre un 3% y un 10%. Un porcentaje que puede parecer bajo pero que, en realidad, no lo es. Ese es el ejemplo de Mercadona, que tan solo en 2022 se hizo con una facturación de 1.041 millones de euros y unos beneficios de 718 millones. Pero tras estos datos no solo están las ofertas y unos precios que pueden resultar asequibles para los españoles sino técnicas para que compres más de lo que tienes previsto en la lista de la compra. De hecho, los supermercados usan las mismas que los Casinos aunque, esta vez, para engañarte a comprar.

Y no es de extrañar. Según los datos del Ministerio de Consumo, España llegó a superar los 800 millones en 2020 con los juegos de azar y se colocó como el quinto país europeo con más ingresos. Aunque con la pandemia la tendencia disminuyó, el embolso anual nunca es inferior a los 2.400 millones.

La iluminación, una de las técnicas más utilizadas

Tanto los supermercados como los casinos se iluminan de tal manera que parece siempre que es de día. Así, los clientes tienen la sensación de que el tiempo no trascurre y no pueden controlar si es de día o de noche. Por eso, tampoco hay ventanas que den al exterior o tienen relojes a la vista.

La colocación de los productos también tiene truco

Los productos de primera necesidad siempre se colocan al final y así se obliga al usuario a pasear por todo el supermercado. Un truco que también utilizan los casinos cuando se aseguran de poner los mostradores del cajero lejos de la salida o cuando ponen las máquinas más caras a la derecha para llamar la atención.

Los carritos, cada vez más grandes

Estrategia comercial que juega con la satisfacción de sentir el carro de la compra lleno. Parece una tontería, pero se sabe que, cuanto más grande sea el carro, más compramos.

Lo más 'goloso', al principio

Los alimentos precocinados, panes y bollería suelen estar en la entrada de los supermercados. El impacto visual, junto con el olor, provocan un mayor apetito y deseo de compra.

El color rojo, clave

Nuestra mente asocia el color rojo con el descuento. Pero ten cuidado, no todo cartel rojo señala una oferta.

La facilidad de perderte por los pasillos

En ambos lugares puede convertirse en una verdadera odisea no perderse. Y es que este tipo de lugares están diseñados para que los clientes tengan que pasar por diferentes zonas antes de irse. En los casinos, lo utilizan con las zonas de juego. En los supermercados, con los descuentos.

"Esto llama la atención de nuestro cerebro porque lo vemos como algo importante, sobre todo si tienen fecha límite como los descuentos de la semana. Al final para nuestro cerebro es un reclamo porque piensa 'si no lo compro ahora me voy a quedar sin ellos’”, advierte Salima Sánchez Muñoz, profesora del máster de márketing digital del Aula CM.

El olor y el sonido, factores clave

Se trata de dos técnicas de neuromarketing que funcionan muy bien. El ritmo de la música y la velocidad influyen en el tiempo que pasan los clientes dentro del local. En los casinos, por ejemplo, se utilizan canciones con un bajo volumen para que los jugadores escuchen el ruido de las monedas y las fichas.

En cuanto al olfato, también se trata de una pieza clave para conseguir que compres más. El olor a pan horneado y el de productos de limpieza no es casualidad. Como tampoco lo es que nunca se note el olor a pescado. Se trata de una manera de incitar a que los clientes gasten dinero a través del olor. Al igual que en el casino, donde se utilizan aromas que producen la sensación de lujo. Así, evitan que los jugadores quieran volver a sus casas o a las habitaciones del hotel.

Los baños, siempre escondidos

Aunque siempre hay baños en los casinos y en lo supermercados, los dos sitios los tienen bastante escondidos. Y es por una razón. Siempre se suelen poner en el lado opuesto de la salida para que cada vez que lo usen los clientes, no tengan la necesidad de marcharse. Al contrario, se ponen las ofertas o las máquinas para que te quedes más tiempo y tengas la necesidad de gastar más dinero.