Hay que pagar las multas de tráfico que nos ponen en el extranjero: sí o no

Las personas que se vayan de vacaciones a otro país y decidan circular con cualquier vehículo, ya sea coche, moto, autocaravana, etc. Deben estar al tanto de toda la documentación requerida, como disponer del carnet de conducir internacional o no. Además de tener precaución con las normas de tráfico, para evitar sanciones que puedan arruinar tus vacaciones.

Aunque muchos piensen que si me multan en el extranjero por exceso de velocidad o no llevar el cinturón de seguridad, no pasa nada. La realidad es que algunas multas del extranjero sí que llegan a España. No obstante, depende del país.

Eso sí, por lo general, las infracciones de tránsito cometidas en países de la Unión Europea, no se deberían ignorar y te explicamos por qué.

Las multas desde otros países europeos sí llegan

En el caso de la Unión Europea existen convenios y cooperación entre los departamentos de Tráfico.  Por lo que, la normativa permite a intercambiar los datos de matrículas para reconocer a los conductores o propietarios de los coches que han cometido una infracción y sancionarles por ello. Así pues, cometer una infracción de tráfico en un país de la UE tiene como consecuencia recibir la sanción en casa.

¿Qué pasa si no pago?

De momento, no sucede nada, aunque la DGT insta a abonar las sanciones que lleguen del extranjero. Desde Pyramid Consulting apuntan que las consecuencias en caso de no hacerlo pueden ser nulas. Y es que “ningún estado miembro de la UE puede embargar una deuda en una cuenta extrajera”. 

Por ejemplo, si un ciudadano español comete una infracción en Francia, pero no tiene bienes ni cuentas en dicho país, ningún organismo francés puede recaudar legalmente el importe de la multa mediante técnicas forzosas como la de embargar una cuenta.

Ahora bien, algunos medios señalan que hay países en los que una vez atravieses la frontera, en la aduana te piden que pagues la infracción si quieres entrar.

¿Y si la multa la ponen a un coche de alquiler?

En esos casos, la multa llega a la empresa, y esta es la que facilite los datos del cliente a la administración. Además, cabe recordar que muchas empresas pueden cobrar una cantidad extra por haber sido multado con un coche de la empresa, así como hacen recargos por no haber repostado el combustible requerido. Aquí es más difícil librarse de la multa.

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