Benicàssim y Burriana son dos pueblos castellonenses donde se celebran tres festivales: el Fib, Rototom y el Arenal. Se trata de unos eventos que atraen a una gran multitud y que enriquecen la zona con sus ingresos. En conjunto, más de 700.000 personas viajan a estos lugares para disfrutar de la música, lo que supone unas ganancias de 102 millones de euros y la creación de nueve mil puestos de trabajo. Y es que España se ha convertido en una potencia mundial cultural gracias a este tipo de eventos musicales.
El turismo derivado de los festivales tiene un gran impacto económico en estos pueblos castellonenses. Así se observa en los hoteles, restaurantes y fruterías de la zona donde las colas parecen no tener fin. Una ventaja que, además de enriquecer la zona, la ayudan a situarse en el mapa turístico del país.
Benicàssim disfruta de la acogida del Fib y del Rototom, un festival que atrae a 200.000 personas, de las cuales, 13.000 son menores y ocho mil, mayores de 65. El pueblo aprovecha este evento para ofrecer todo tipo de ocio a lo largo del día: clases de yoga por la mañana y conciertos por la noche. Unas iniciativas que tienen el objetivo de mejorar la estancia de este tipo de turismo.
Lo que sucede también en Burriana, la localidad donde se celebra el Arenal, un festival muy conocido entre los jóvenes y que, junto al turismo de agosto, consigue dejar un impacto positivo en la zona. Si algo es innegable, es el 'boom' que está experimentando España con la música y sus 900 festivales repartidos por el país.