Los trucos que nunca hay que usar para ahorrar gasolina

Cada vez es más común que los conductores apliquen consejos de ahorro en gasolina para hacer frente al elevado coste del repostaje. Además de ello, se pueden localizar las gasolineras low-cost en aplicaciones de navegación como Google Maps. 

Aunque suelen surgir dudas con respecto a la calidad de la gasolina en las estaciones de servicio más económicas, lo cierto es que hay posibilidades de llevar a cabo una conducción más eficiente para no gastar tanta gasolina. Por ejemplo, se puede hacer un uso más consiente del aire acondicionado durante la época de verano.

Eso sí, a veces, el ahorro de combustible llega a ser una necesidad tan común entre los consumidores, que se llegan a filtrar falsos mitos del ahorro del combustible. Por ello, hay que tener cuidado con aquellos “trucos” desaconsejados, por su ineficacia y porque perjudican la seguridad del vehículo.  

Aunque el gasto puede reducirse de forma casi imperceptible durante algunos kilómetros, a la larga es un gasto mayor. Al tener tanta presión se desgasta más de lo normal y obliga a reponer los neumáticos antes de lo previsto, los neumáticos dañados con un coste bastante superior a lo ahorrado. Por lo que, ya sea por falta como por exceso de presión, la rueda se ve afectada negativamente y provoca un mayor desgaste del propio neumático.  

La práctica de dejar el motor en punto muerto durante las bajadas es motivo de sanción y compromete la estabilidad del vehículo. Esta acción puede dejar inservible el sistema de frenos por sobrecalentamiento. Además, en los motores modernos con inyección de combustible, el motor al ralentí suele gastar más que trabajando en retención sin necesidad de presionar el pedal de acelerador.

Si bien es cierto que el sistema de alumbrado consume combustible, la desventaja de no ver o no ser visto en la carretera aumentan muy significativamente el riesgo de sufrir un accidente. 

La temperatura excesiva en el interior del coche obliga a abrir las ventanillas en marcha, algo que modifica por completo la aerodinámica del vehículo e incrementa de forma muy importante el consumo del motor.