Qué cosas no debes dejar dentro del coche en verano
El interior de un coche estacionado bajo el sol puede llegar a multiplicar la temperatura del exterior
Por ello, hay cosas que nunca se deben dejar dentro del vehículo en un caluroso día de verano
Cómo disfrutar del verano en una casa sobre ruedas
Aparcar el coche al aire libre en plena ola de calor puede llegar a ser un calvario cuando tengamos que entrar al vehículo. Por ello, es bueno conocer la recomendación de los expertos para enfriar el coche sin gastar tanta gasolina por poner el aire acondicionado a todo dar.
Las temperaturas que son capaces de alcanzar los interiores de los automóviles, pueden llegar a multiplicarse con respecto a las del exterior. Por ejemplo, si hablamos de un día caluroso de verano, donde las temperaturas pueden alcanzar los 40 °C, el interior de un coche puede llegar a alcanzar los 70 °C en cuestión de minutos.
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Por este motivo, hay que estar atentos con los objetos que dejamos dentro del vehículo, indiferentemente del tiempo que se mantenga aparcado bajo el sol.
Diez cosas que no debes dejar en el coche si lo aparcas al sol
- Personas y animales: no importa si quedan en el coche por un par de minutos, cualquier ser vivo puede sufrir un colapso al no soportar las altas temperaturas en el interior del vehículo.
- Medicamentos: la exposición a temperaturas extremas puede generar la descomposición del principio activo, la pérdida de la eficacia del medicamento y, en el peor de los casos, la producción de compuestos tóxicos para el organismo.
- Botellas de agua o cualquier bebida de plástico: el calor extremo puede derretir el plástico del envase y afectar al líquido interior. Además, también una botella de agua puede iniciar un efecto lupa y provocar un incendio.
- Dispositivos electrónicos: ordenadores, teléfonos móviles, tablets, cámaras de fotos, GPS, etc. son muy sensibles a las altas temperaturas. Puede tener consecuencias perjudiciales para la batería y chips internos.
- Productos de belleza: los cosméticos con temperaturas superiores a los 23 °C durante un periodo prolongado pueden perder su eficacia.
- Bebidas alcohólicas: los rayos del sol descomponen los ácidos en la cerveza, y los compuestos que resultan se unen a las proteínas de sulfuro, dándole un sabor amargo. Por su parte, el vino, puede acabar con un sabor ácido y astringente.
- Alimentos: los productos que requieren refrigeración pueden descomponerse y otros alimentos como el chocolate derretirse y acabar siendo un líquido pegajoso.
- Mecheros: pueden estallar y provocar un incendio si se encuentran en la tapicería de los asientos o la rotura de una luna si estaban sobre el salpicadero.
- Protectores solares: cuando el protector solar se guarda a una temperatura elevada, pierde efectividad y se vuelve menos estable y fiable.
- Gafas: el calor de interior del vehículo en verano puede dilatar los marcos, dañar el ajuste y su funcionalidad.