Crisis global, pero subidas diferentes: ¿Qué alimentos se han encarecido más en España que en la zona euro?

  • La subida de la alimentación se debe a la crisis energética, el incremento de las materias primas y la sequía, pero el efecto en los productos ha variado en cada país

  • Los precios de la leche, la carne y la mantequilla han aumentado más en España que en otras grandes economías del euro

  • El azúcar es el producto que ha registrado el mayor incremento tanto en nuestro país como la eurozona y la Unión Europea

Los precios de la alimentación comenzaron a dispararse en toda Europa a finales de 2021 y todavía hoy siguen siendo el principal motor de la crisis inflacionista. Aunque las subidas han comenzado a moderarse desde comienzos de la primavera, se mantienen por encima del 10% interanual tanto en la zona euro como en sus principales economías. 

Con los últimos datos disponibles para toda la eurozona del IPC armonizado, la inflación de los alimentos se situaba en el 13,8% en mayo, según el monitor de precios elaborado por Eurostat. Por encima de esas cifras se situaban Francia (15%) y Alemania (15,4%), mientras que España e Italia mostraban subidas más contenidas (11,9%).

Los tres elementos de esa tormenta perfecta que provocó una subida de los precios inaudita el pasado año (crisis energética, encarecimiento de las materias primas y sequía) afectaron de uno u otro modo a buena parte las principales economías europeas, pero su impacto en los productos alimentarios ha sido diferente.

Eso sí, hay una tendencia que se repite en las cuatro. Lo que más sube desde comienzos de 2023 es el azúcar. El encarecimiento se debe a un recorte de la oferta por las malas cosechas en Europa y a una reducción de la producción a causa de la caída de la rentabilidad.

Mantequilla, aceite y carne suben más en España

El producto que ha mostrado una tendencia más divergente entre España y la eurozona es la mantequilla. El pasado mayo, todavía mostraba subidas del 25% (más moderadas que el 42% de incremento interanual que llegó a marcar a finales de 2022), mientras los precios en la zona euro ya caían un 0,2%. En Alemania, por ejemplo, el descenso internanual fue del 23%

“La subida del IPC de la mantequilla es una consecuencia de la subida de los precios pagados al ganadero por la leche durante los últimos meses, por encima de la media de la UE. A ello hay que sumar el aumento de los costes de la industria transformadora”, explica Luis Calabozo, director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL).  

Precisamente, el precio de la leche fue un 24% más elevado en mayo en España frente al 19% de la media de la eurozona. En este caso, el responsable del sector lácteo en COAG, Gaspar Anabitarte, considera que ese mayor incremento se debe al punto del que partían los precios en nuestro país. “Aquí la leche tenía un precio totalmente artificial, de derribo, porque se utilizaba como producto reclamo por la distribución. Por fin, en parte gracias a la ley de la cadena alimentaria, estamos consiguiendo salir de esas dinámicas, algo que tenía que haber pasado hace 20 años. Aunque sigue siendo de las más baratas de Europa, ya estamos en precios con los que el sector podrá trabajar". 

Por lo que respecta al aceite de oliva, solo se encareció en el quinto mes del año unas décimas más que en la eurozona, pero sus subidas han sido mucho más pronunciadas durante prácticamente los dos últimos años. La fuerte caída de la producción durante este tiempo por la sequía es lo que ha acabado tensionando los precios, que son un 25% más caros que en 2022.

Así, el ministro de Agricultura, Luis Planas, señalaba el pasado viernes la necesidad de "asegurar que el abastecimiento en España del aceite de oliva, que supone aproximadamente unas 580.000 toneladas anuales, se haga a precios razonables” para que “continúe siendo un producto utilizable por la mayoría de los españoles” y se mantengan los mercados de exportación internacionales.

Otros productos en los que la crisis energética y el aumento del precio de los fertilizantes ha provocado un aumento de precios más importante en España son las patatas. En mayo habían subido casi un 24% con respecto al mismo mes del año pasado, siete puntos más que en la eurozona. En mayo habían subido casi un 24% con respecto al mismo mes del año pasado, siete puntos más que en la eurozona. Un incremento similar al de Italia, pero muy superior al que pagaban los consumidores franceses (15%) y alemanes (13%).

Por último, los aumentos también son significativamente más altos en los productos cárnicos. Especialmente, en el porcino, cuya inflación internanual, del 16%, es casi el doble de la media de los países de la zona euro. En Alemania, que hasta febrero registraba la subida más elevada de las cuatro grandes, el incremento se quedó solo en el 1,7% en mayo.

Las subidas de lácteos, la fruta y el pan son más moderadas

En la lista de los productos básicos de la cesta de la compra hay otro grupo en el que las subidas de los precios han sido mucho más ajustadas en España que las que se han registrado en la eurozona.

El incremento del pan aquí ha sido del 7%, cerca de la mitad que la media y hasta nueve puntos más bajo que el que se ha producido en Alemania. También en España se registra la menor subida si se observa el grupo que incluye a los cereales, y en el que la inflación se situó en mayo en el 11%. Hay que tener en cuenta que este es uno de los alimentos a los que se aplica la eliminación del IVA desde comienzos de año.

Esta medida fiscal antiinflación beneficia también a la fruta. Este producto pasó de encabezar las subidas en la segunda parte del año entre las grandes economías a situarse en el punto más contenido con un IPC del 4% en mayo, mientras que en el resto y también la eurozona se mueve casi en tasas cercanas al 8%.  A juicio de Andrés Góngora, responsable hortofrutícola de COAG, esta evolución se debe a dos circunstancias: la mayor producción que se registra en España en estos meses y a un descenso de los precios por parte de la distribución para paliar el descenso que se estaba produciendo del consumo

“Los supermercados están frenando la escalada del encarecimiento en frutas y verduras, ha habido cierta contención porque los consumidores no pueden mantener las compras de esos productos a cualquier precio. También influye que se está produciendo una moderación de los precios de ciertos productos en origen porque estamos en plena campaña. Aunque seguimos sufriendo la sequía, esta no afecta a todas las producciones por igual. Estamos viendo escasez de melón y sandía, pero la fruta de hueso está saliendo con unos volúmenes aceptables y eso repercute en los precios”.

Más sorprendente es la contención de los precios del queso y el yogurt, que crecen menos en aquí que en la media de la zona euro, a pesar de que la leche ha subido más. En este caso, la tendencia se explica por el origen de buena parte de esos productos. “España es un sumidero enorme de quesos baratísimos que vienen desde Europa. Eso siempre ha provocado unas tensiones enormes con la industria quesera nacional de la que se ha tenido que salir la producción artesanal, que vende sus quesos a precios razonables”, apunta el experto en productos lácteos de COAG.

Por último, tanto el pescado y el marisco, como la carne de ave registran aquí subidas menos pronunciadas. En este último caso la evolución de la inflación es descendente en todos los países analizados y en la media de los miembros del euro, pero el nivel en España (5,8%) es significativamente más bajo. En el pescado, en cambio, nuestro país (7%) e Italia registran incrementos parecidos, mientras que la subida en Alemania ha llegado a superar el 18%.