Los vecinos del edificio derrumbado en el número 21 de la calle San Francisco de Teruel se han quedado sin casa pero su hipoteca sigue en pie. Es el problema que ahora se le viene encima a algunas de las familias afectadas por el derrumbe ya que hay gente que está pagando una hipoteca y ahora va a tener que pagar un alquiler para poder vivir.
Caja Rural de Teruel ha suspendido temporalmente las cuotas de quienes vivían en el inmueble. Pero no es la única solución que necesitan quienes ahora viven en un albergue y piden al ayuntamiento vivienda sociales mientras se soluciona el problemas.
Son las consecuencias de un aviso que no fue escuchado porque algunos de los vecinos ya habían alertado sobre la situación de algunos pilares en la planta del garaje.