El sector hotelero pulveriza los datos prepandemia: las pernoctaciones superan las de 2019 con las tarifas un 25% más elevadas

  • El pasado mes de abril se registraron 28 millones de pernoctaciones en establecimientos hoteleros, casi un 5% más que antes de la pandemia

  • Las estancias de los británicos, que suponen más del 13% del total, recuperan finalmente el nivel previo a la crisis del covid

  • Seis de cada diez pernoctaciones se han realizado en hoteles de cuatro y cinco estrellas

Como si de una carrera de obstáculos se tratara, el sector hotelero lleva tres años tratando de esquivar una crisis tras otra. Primero la del covid, con sus respectivas variantes, que paralizó el sector obligando a cerrar durante meses los establecimientos.

Luego, en plena recuperación de la pandemia, llegó la incertidumbre provocada por la invasión rusa de Ucrania. Y tras ella, los efectos de la elevada inflación que desde el pasado año está mermando en poder adquisitivo de las familias. Pero, a pesar de todo, los hoteles acaban de lograr firmar el mejor abril de la historia.

El mes pasado y coincidiendo con la celebración de la Semana Santa y una meteorología casi veraniega, el sector hotelero alcanzó los 28 millones de pernoctaciones, superando en un 4,8% el número que se habían registrado en el mismo mes de 2019, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, que confirman los buenos resultados avanzados ya por el sector.

 No solo eso, por primera vez desde el estallido de la pandemia el número de viajeros alojados en hoteles fue en abril superior a los que se habían contabilizado hace cuatro años. Se registraron un total de 9,8 millones. De nuevo, el mejor dato de la serie estadística para el cuarto mes del año.

Definitiva recuperación de los viajeros internacionales

Si abril del pasado año marcó el inicio de la recuperación turística, el de 2023 ha sido el de la consolidación de esa vuelta a la situación prepandémica. La fortaleza de la actividad turística y del sector hotelero el mes pasado se refleja principalmente en la evolución de las pernoctaciones de los viajeros internacionales.

Porque, si bien desde el pasado verano el número de estancias realizadas por los residentes en España ya superaba los niveles previos al covid, las de los no residentes no se han recuperado hasta 2023. Lo hicieron tímidamente en el mes de febrero, y ha vuelto a suceder en abril, cuando ya han sido casi un 4% más elevadas que las de hace cuatro años.

Los buenos datos del mes pasado se deben a la evolución de los dos principales mercados emisores de turistas a España, los británicos y los alemanes. Por primera vez desde el estallido de la pandemia, los viajeros de ambos países que pernoctaron en establecimientos hoteleros (786.746 y 644.993, respectivamente) superaron los niveles previos a la crisis.

Entre los dos sumaron casi siete millones de pernoctaciones, lo que representa una cuarta parte de todas las contabilizadas y hasta el 40% de las realizadas por viajeros internacionales.

En el caso de los británicos, las estancias hoteleras están ya por encima las cifras de abril de 2019 y han marcado su mejor marca histórica para ese mes. La recuperación es una gran noticia para el sector turístico español y coincide con una mejor marcha de la economía de la esperada a principios de año, que evitará que el país entre en recesión, según las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional. 

En cambio, las pernoctaciones de los ciudadanos de Alemania aun se mantienen un 2,6 por debajo y son casi 400.000 inferiores al máximo alcanzado en 2017.

Además del buen comportamiento de estos mercados, hay que destacar el fuerte crecimiento de las estancias de ciudadanos de la República Checa (las 116.000 registradas suponen casi un 90% más respecto a 2019); las de Grecia, un 52% superior; y las de Irlanda (36% por encima). También las pernoctaciones de residentes en Países Bajos, Estados Unidos, Portugal o Polonia han aumentado más de un 20%. En sentido contrario, los países nórdicos y Japón muestran aún caídas importantes respecto a los niveles precovid.

Fuerte crecimiento de las tarifas

Los buenos datos para el sector del alojamiento el pasado abril son especialmente significativos porque se han producido en un contexto de fuerte subida de las tarifas hoteleras y en un momento en el que la inflación y la subida de los tipos de interés supone un golpe para el bolsillo de los consumidores.

Así, la tarifa media diaria por habitación ocupada se situó de media en el mes de arranque de la temporada turística en los 104,8 euros, lo que supone un incremento del 25% con respecto a los 83,73 de hace cuatro años. Muy por encima de la subida del IPC en este tiempo, que según el INE ha sido del 14,5%.

El aumento de las tarifas es similar en todas las categorías, excepto en los hoteles de cinco estrellas, donde rozó los 252 euros y ha aumentado un 32% con respecto a abril de 2019.

A pesar de eso, el número de pernoctaciones en esos hoteles han experimentado un crecimiento algo por encima de la media. Supusieron un 7% del total, que sumadas a las registradas en los hoteles de cuatro estrellas representan un 60% de las estancias. La evolución de las estancias en los establecimientos más exclusivos se explica también porque entre 2019 y 2022, el número de plazas se ha incrementado en el entorno de un 6% en los hoteles de cuatro y cinco estrellas, mientras que ha descendido en el resto de categorías. 

Así lo prevé el Observatorio Sectorial DBK de Informa que pronostica que la facturación del sector alcanzará los 18.000 millones de euros en 2023, superando también los 17.250 registrados en 2019.

Con todo, el sector hotelero recuerda que a pesar de la consolidación de la recuperación y el aumento de los ingresos, la rentabilidad del sector no está aun en los niveles previos a la pandemia por el encarecimiento de la energía, los costes salariales o las subidas en la alimentación y las bebidas.