La subida del Euribor y de los tipos de interés ha afectado a miles de hipotecados en España, de tal modo que muchos de ellos buscan opciones para no acometer una mayor cuota mensual que lastre su economía. Por un lado, el Gobierno ofrece ayudas a quienes se han visto más afectados y no cuentan con recursos para pagar la hipoteca. Y por otro, los titulares que tienen dinero ahorrado se plantean si es conveniente amortizar parte del préstamo para acabar con la “sangría” mensual, especialmente en el caso de las hipotecas variables.
¿Es seguro el uso de ahorros para amortizar la hipoteca?
Esta cuestión resulta complicada de responder porque no todas las personas tienen el mismo umbral de riesgo. Lo que para una no supone un peligro para otras sí puede serlo. Así pues, lo mejor es ceñirse a lo que los expertos financieros recomiendan y esto es contar con un colchón que cubra al menos seis meses de gastos fijos.
Por lo tanto, si alguien con una cantidad menor se plantea amortizar la hipoteca o invertir en algún producto bancario, debería pensárselo dos veces, puesto que, si surge un imprevisto, podría necesitar esos ahorros.
¿Y si los ahorros son suficientes?
En el caso de contar con los ahorros suficientes para amortizar parcial o totalmente una hipoteca, más que hablar de seguridad habría que hacerlo de rentabilidad. Por regla general, amortizar un préstamo resulta beneficioso, ya que se dejan de pagar intereses y se reduce la carga mensual de gastos. Sin embargo, hay algunos factores que determinan si es más o menos conveniente. Los apuntamos a continuación:
Los intereses son bajos. Obviamente si los intereses son bajos y apenas han cambiado las condiciones de la hipoteca, el hecho de amortizar estará relacionado con la necesidad o conveniencia que tenga el titular.
¿Cuánto queda de hipoteca? Un aspecto a tener muy en cuenta es el tiempo que resta para finiquitar el préstamo hipotecario. La razón es que durante los primeros años se suele pagar la mayor parte de los intereses, de manera que un buen porcentaje de la cuota mensual corresponde a este concepto. Por lo tanto, resulta mucho más rentable amortizar durante la primera mitad de la hipoteca que en la segunda, cuando apenas quedan intereses por pagar. Asimismo, se puede amortizar plazo o cuota, de tal modo que se siga pagando lo mismo al mes durante menos tiempo o se mantengan los plazos pero se reduzca la cuantía mensual.
Comisiones por amortizar. Otro aspecto que no se debe pasar por alto cuando se usan ahorros para amortizar la hipoteca son las posibles comisiones que las entidades bancarias cobran por esta acción. En ocasiones, en el contrato hipotecario se incluyen cláusulas que penalizan la amortización prematura, con lo que hay que comprobar si existen y, en caso afirmativo, calcular si resulta rentable pagar o no.
Rentabilidad de otros productos bancarios. Finalmente, existe la opción de usar esos ahorros para realizar otro tipo de inversiones que, a la larga, generen una mayor riqueza al titular de la hipoteca. En el mercado financiero hay productos de riesgo muy reducido que generan rentabilidad. Esto hace que si los ahorros se invierten, en lugar de emplearlos para amortizar la hipoteca, las ganancias pueden ser mayores.
Sea como fuere, optar por acabar con las deudas o reducirlas es una cuestión muy personal. Emplear ahorros para llevar a cabo una amortización puede ser inseguro si no se dispone de una cantidad de dinero que permita no tener problemas económicos ante cualquier contingencia inesperada. Sin embargo, si se cuenta con ahorros suficientes, dependerá de las preferencias de cada persona el seguir adelante o no.