A prueba: Suzuki S-Cross, amplitud y comodidad en un todocamino muy cumplidor y con etiqueta Eco

  • Su entrega inmediata es una interesante ventaja de cara al verano, además de la amplitud y practicidad en un precio razonable

  • La conducción es agradable por su buena visibilidad y luminosidad interior y lo bien asentado que se siente gracias a su poco peso

  • Es cómodo en su manejo también en el uso diario por su altura al suelo, la gran apertura de sus puertas, su versátil maletero

La marca Suzuki ha comenzado el año en España con un incremento de sus ventas de nada menos que un 155% en el primer trimestre.Y uno de los principales protagonistas de este éxito es el todocamino medio S-Cross, que ha crecido en ventas un 150%, con 410 unidades. ¿Qué hace que un modelo tenga muchas matriculaciones? Es obvio: logra enganchar con el comprador. Este “enamoramiento” puede tener muy diferentes razones. Pero en el caso del S-Cross las razones se sostienen definitivamente desde el sentido común. Y eso es porque cubre varias necesidades importantes de los usuarios.

-No hay que esperar: Aunque parece que el atasco provocado por la pandemia, la logística y la falta de chips comienza a resolverse, en muchos modelos se le pide al comprador una media de 8 meses de espera. Esto no pasa con el S-Cross que dispone de entrega inmediata.

-Tiene etiqueta Eco: En sus dos diferentes tipos de hibridaciones la suave y la completa aporta la etiqueta Eco que nos permite entrar sin problemas al centro de las ciudades, aparcar con rebaja en las plazas “de colorines” e incluso contar con alguna rebaja en ciertas autopistas.

-Es espacioso: Su maletero de 430 litros (en versiones de hibridación ligera) es uno de los mejores del segmento.

-Su precio es razonable: Aunque no es el más barato de entre sus rivales, su precio es razonable -31.801 €- para el equipamiento/calidad que ofrece. Más abajo damos más información sobre este aspecto.

Cómo es

Hoy probamos el Suzuki S-Cross 1.4T AGS Mild Hybrid 4x4 S3. Este es el modelo que aporta una hibridación ligera, a la gama del S-Cross. Hemos elegido este modelo por su motor razonablemente potente, la tracción a las cuatro ruedas que le aporta un extra de virtudes fuera del asfalto, la caja automática que nos facilita la vida en ciudad y su sistema híbrido ligero que le adorna con la etiqueta Eco y que además no le hace crecer excesivamente en peso.

-La carrocería es de todocamino. Su altura libre al suelo de 17,5 centímetros no permitiría excesivas veleidades en la práctica del todoterreno, pero que sí puede ser una buena ayuda en caminos problemáticos, vadeos someros, etc.

-Mide 4,30 metros de largo, la medida tipo de los coches compactos, con un ancho de 1,78 m. y una altura de 1,58 metros. Su distancia entre ejes es de 2,60 metros, razonable en relación a su tamaño. Esto tiene su reflejo en el espacio interior que es bueno para su segmento, en el que en las plazas traseras los pasajeros irán cómodos. Y no es un modelo pesado dados sus 1.270 kg.

-También su maletero con volúmenes muy cúbicos es muy aprovechable (430 litros o 1.230 con los asientos traseros reclinados), con la posibilidad de tener o no un doble fondo bajo el que ocultar de la vista elementos pequeños como documentos o un ordenador portátil. Aún más abajo contamos con un hueco para el kit de reparación de pinchazos.

-El motor a gasolina turbo de 1.4 litros de capacidad entrega 129 caballos de potencia y un par de 235 Nm. Es una potencia algo ajustada, pero que en el día a día ofrece un rendimiento mejor del esperado. Por ejemplo, alcanza 195 km/h de velocidad máxima (muy por encima de las velocidades legales) y su aceleración 0-100 km/h es de 9,5 segundos, que dado su tamaño, características etc, está bastante bien. Y la cifra de par de empuje es buena y permite hacer frente a subidas de puertos sin ningún problema.

-Tiene un pequeño generador/alternador que le da carga eléctrica a la pequeña batería de 48 voltios y a la vez puede apoyar el rendimiento del motor cuando es más interesante para reducir el consumo, es decir en las fases de arranque y aceleración. A este sistema se le llama microhíbridación, “mild hybrid”, o hibridación ligera porque nunca podría mover por sí mismo el coche en modo eléctrico. El consumo oficial combinado es de 5,3 l/100 km.

-Su caja de cambios es automática de seis velocidades. No obstante, cuenta con un modo “M” en la palanca de cambio para manejar el cambio manualmente si queremos ejercerlo mediante las levas que incluye en el volante y que se mueven solidariamente con él. La tracción es a las cuatro ruedas, en el ya conocido sistema Allgrip de Suzuki. Además cuenta con una ruleta para seleccionar los modos de conducción, que son “Lock” para superficies con baja adherencia, “Snow” (que también se puede usar como modo “Eco” porque modifica parámetros en el rendimiento del coche a favor de la contención de combustible) y “Sport” si queremos las máximas prestaciones

Cómo va

En este S-Cross renovado es su aspecto delantero lo que más cambia, con una nueva e interesante distribución de los faros y la adopción de la nueva parrilla de la marca. En general un aspecto modernizado pero no estridente, con las dosis justas de deportividad y elegancia capaz de convencer a todos.

El habitáculo está bien acabado con materiales dignos y agradables al tacto y en su uso. La sensación de espacio es muy buena en las plazas delanteras, pero también las traseras, donde las piernas y la cabeza cuentan con espacio de sobra para ocupantes de hasta 1,90 cm de alto. La plaza central trasera es más bien para viajes cortos. El acceso es muy cómodo en las dos filas de asientos porque las puertas cuentan con un gran ángulo de apertura y su situación elevada facilita esta acción.

Como hay mucha superficie acristalada (incluyendo el techo panorámico en este equipamiento S3) la sensación de amplitud se magnifica, haciendo muy agradable la vida a bordo. Gracias a todo ese cristal la visibilidad hacia el exterior del conductor es muy buena, otro detalle que hace fácil y agradable su manejo.

Por otro lado, su tamaño compacto y su diseño bastante rectangular hace que sea fácil controlar sus límites a la hora por ejemplo de aparcar.

Sus suspensiones no son incómodas. Esto quiere decir que tampoco son las mejores para ejercer una conducción de tipo deportivo. Pero es que ese no es el carácter de este modelo, que más bien es familiar y práctico para el día a día y para destacar por su comodidad en el uso también en largos viajes. Y eso que el coche se siente ligero (porque lo es en comparación con otros muchos) pero a la vez bien asentado, lo que le dota de una interesante agilidad en su conducción pero a la vez firmeza sobre el asfalto por que no genera tantas inercias como otros modelos más pesados. Además, transmite confianza en la conducción en vías rápidas, gracias a un buen tacto de la dirección que obedece con suavidad nuestros movimientos. Igualmente los frenos realizan muy bien su labor sin esponjosidades desagradables, ni faltas de reacción.

En cuanto a sus consumos, en ciudad suele estar en el entorno de los 7,3 litros, mientras que en carreteras secundarias podemos estar en el entorno de los 5,8-6,2 litros. En autovías sube el consumo hasta los 6,5-6,7 litros.

¿Interesa?

Como decíamos arriba el precio de esta versión con la máxima equipación y tracción 4x4 es de 31.801 €. No se trata de una cifra descabellada como decíamos arriba, dada la relación entre lo que ofrece y lo que cuesta, y menos si lo comparamos con otros precios del mercado. Además, sale muy bien parado en los rankings de fiabilidad, pues Suzuki en general es una marca que hace coches duros y muy confiables. Podríamos resumir diciendo que es un coche, no un ordenador, y que es un coche de conducción muy agradable, en general confortable, espacioso para sus medidas y que

cumple de sobra con los cometidos que un vehículo medio dirigido a un público práctico y generalista debe cumplir.

También es verdad que podemos reducir esa cifra si nos vamos a versiones de tracción delantera y sin tanto equipamiento, ya que la gama parte desde un PVP de 25.482 €.

El modelo probado llega bien equipado con sistemas Allgrip que nos permite bloquear el diferencial para tener un reparto del par del 50% de tracción en los dos ejes. En cuanto a confort llega con climatizador de doble zona, asientos calefactados y asistente de luz de carretera entre otros. Respecto a ayudas a la conducción, cuenta con asistente de mantenimiento en el carril y control de crucero adaptativo y alerta de colisión con frenado de emergencia entre otros. Y respecto a la conectividad contamos con conexión a Apple CarPlay y Android Auto, un navegador integrado y una pantalla de infoentretenimiento con un uso claro y sencillo, sin un exceso de software que nos descentre de la conducción.

Hay una versión con hibridación total o clásica que Suzuki denomina “Strong Hybrid”. Es algo más cara, ofrece menos potencia, el espacio que ofrece su maletero también es algo menor. Pero, eso sí, los consumos son algo más contenidos, lo que en estos tiempos que corren con el combustible por las nubes posiblemente nos pueda hacer pensar y valorar.

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