Los jóvenes españoles se quedan en casa de sus padres. Los datos económicos revelan que los desorbitados precios de las viviendas los alejan la posibilidad de emancipación durante la próxima década. A pesar de la caída del paro juvenil, y la mejora del salario mínimo interprofesional. Un estudio de la ONG Ayuda en Acción alerta de las dificultades de los jóvenes para acceder a una vivienda.
En el estudio ‘Empleo y Juventud en España en 2030’ que la ONG ha elaborado se analiza la situaciónde la juventud española en términos de empleo, desigualdad y acceso a la vivienda en esta década si se mantiene la tendencia actual. Las conclusiones no son optimistas porque, a pesar de que las condiciones laborales de los jóvenes han mejorado, la desigualdad y la edad de emancipación “seguirán estando muy por encima de la media de la Unión Europea (UE)”.
La investigación realizada por Ayuda en Acción revela que tras recuperación económica que sucedió a la crisis de 2008, "las posibilidades de emancipación de la juventud no han mejorado a pesar de contar con un mejor nivel educativo y haber aumentado su acceso al empleo". Este hecho se explica en gran parte el persistente aumento de los precios de la vivienda, un factor que llevará a que el porcentaje de población joven que vive con sus progenitores aumente casi un punto en 2030.
El porcentaje de jóvenes propietarios ha caído del 60 al 30% en una década y para pagar la casa los jóvenes tiene que destinar, de media, entre el 35 y más del 40% de sus ingresos. A los altos precios de las viviendas se le suma las condiciones de trabajo de la juventud española, con las tasas más altas de precariedad y temporalidad.
Los datos confirman lo que los jóvenes españoles viven en su día a día: el empleo juvenil en España “sigue siendo el más precario del conjunto de países de la UE, con una tasa de temporalidad y empleo a tiempo parcial muy superior al resto”, lo que “sumado a la inflación y al aumento del precio de la vivienda, dificulta el ciclo natural de las y los jóvenes para emanciparse, ya tres años por encima respecto a la UE”.
El informe subraya que los jóvenes sufren las peores tasas de temporalidad o precariedad laboral que no se han frenado a pesar de la mejora general: "Mientras que la temporalidad ha descendido 3,6 puntos en la población 20-64 años desde 2008, en las personas de 15 a 24 años ha crecido en 9,9 puntos y en las de 25 a 34 el aumento es de 3 puntos. Además, la tasa de tiempo parcial para las personas de 15 a 29 años es del 26,2% (de los cuales un 53,8% lo tienen por no encontrar un empleo a jornada completa), casi el doble que el indicador para el conjunto de España y 10,4 puntos más que el que tenían en 2008".