Nueva reunión del Observatorio de la cadena alimentaria para abordar los desbocados precios de los alimentos. Sin soluciones concretas encima de la mesa, el gobierno pide a agricultores, supermercados e industria alimentaria que trasladen la bajada de los costes de producción que ya se están empezando a notar.
Los costes de producción llevan meses moderándose pero los precios para el consumidor siguen subiendo. Nos fijamos en el ajo. Un 800 por ciento más caro desde que sale del campo hasta que llega al lineal. Los señalados son los intermediarios.
Acudimos a una granja que paga casi mil euros más al mes por alimentar a sus 1.300 gallinas. El precio de las hueveras se ha duplicado. Las gallinas son más caras. Aseguran que solo han repercutido parte de la subida de costes: 30 céntimos más por docena de huevos.
Las subidas para el consumidor también se explican por el retraso en el traslado del encarecimiento de los costes. Por ejemplo del pan, pese a que han bajado el trigo y las harinas. Y aún hay margen de subida. Por eso el precio de los alimentos no ha alcanzado aún su pico aunque se espera que lo haga en los próximos meses