La reforma de pensiones supondrá que las cotizaciones sociales por hora trabajada suban 37 céntimos hasta 2050, hasta los 6,37 euros, según la presentación del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en el Pacto de Toledo. Escrivá ha defendido con esas cifras el "impacto limitado" de las medidas recogidas en la reforma en las cotizaciones, "que se mantendrán por debajo de las de otros países europeos, manteniendo el nivel de competitividad de la economía española". En total, el coste laboral por hora trabajada, donde entran cotizaciones, salarios y otros conceptos, pasaría de 23,4 euros a 23,8 euros, en niveles "relativamente bajos" en comparación con otros países de Europa.
La reforma -pactada con los sindicatos y rechazada por la patronal por la "voracidad recaudatoria"- contempla varias medidas para elevar los ingresos del sistema, como una cuota de solidaridad a los salarios más altos, el progresivo destope de bases máximas o la ampliación del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). En total, ha cifrado Escrivá, las nuevas medidas aportarán ingresos por valor del 1 % del PIB anual en la década de 2040.
El titular de Inclusión también ha explicado que la reforma cuenta con un "mecanismo de cierre" que conlleva la revisión del sistema por parte de la AIReF, que hará un informe si aprecia una "desviación significativa" con una serie de recomendaciones. El Gobierno correspondiente deberá proponer a los agentes sociales y al Pacto de Toledo medidas ante ese desvío, pero, si no logra consenso suficiente para sacarlas adelante, se contempla un mecanismo final automático que corrige la situación con más aumentos en el MEI. "En ese escenario hipotético no serán subidas significativas", ha dicho Escrivá.
Sobre el periodo de cómputo, el titular de Inclusión ha explicado que en 2038 se podrán excluir del cálculo los 24 peores meses de los últimos 29 años y ha facilitado algunos ejemplos sobre cómo puede beneficiar este nuevo cómputo a los pensionistas frente a los 25 años actuales y por los que también podrán seguir optando. Por ejemplo, ha explicado, un trabajador que haya cotizado desde 1978 a 2022, un total de 44 años, con una interrupción de dos años cobraría 1.715 euros de pensión con el sistema actual y 1.814, es decir 100 euros o un 6 % más, con el nuevo.
En cuanto a la mejora del tratamiento de las lagunas de cotización, el ejemplo facilitado por Escrivá recoge que una trabajadora que haya cotizado desde 1978 a 2022 con una interrupción de ocho años tendría una pensión de 1.318 euros con el sistema actual y de 1.486 euros con el nuevo y la mejora de lagunas, un 13 % o 170 euros más.