El panel de Beatriz Benayas analiza el fin de las sucursales bancarias: ¿habrá "burbuja analógica" para los mayores?
La banca confirma que se han multiplicado por 2 las oficinas con horario extendido a pesar de os cierres en la última década
Los bancos mantendrán las libretas de ahorro y protegeran la "burbuja analógica" de las personas mayores
El Gobierno vuelve a sentarse con los bancos para acordar una atención personalizada a los mayores
Las personas mayores podrán mantenerse al margen de la presión tecnológica en sus relaciones con sus entidades bancarias. Una "burbuja analógica" les permitirá seguir acudiendo a las sucursales para gestionar sus asuntos financieros al tiempo que seguirán operativas sus tradicionales cartillas de ahorro. Tanto los representantes de la banca como del colectivo "Soy mayor, no idiota" han mostrado su satisfacción tras el encuentro mantenido este jueves con representantes del ministerio de Economía.
La apertura de las sucursales bancarias ha sido uno de los grandes caballos de batalla de los colectivos vulnerables. El panel de Beatriz Benayas analiza cómo ha sido este proceso de cierre de oficinas y las aperturas acordadas para garantizar una asistencia presencial a las personas mayores de 65 años.
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Los bancos han cerrado la mitad de sus sucursales en los últimos 8 años
Según este panel, 3,3 millones de mayores se beneficiaron de las mejoras en la atención directa a mayores. La banca confirma que se han multiplicado por 2 las oficinas con horario extendido y esas oficinas han atendido 6,3 millones de visitas presenciales y 2,3 millones de llamadas telefónicas.
Esos son los datos oficiales, pero hay un asterisco. No hay que olvidar que el número total de oficinas bancarias se ha reducido a casi la mitad en los últimos 8 años.
Así lo confirmaba Carlos San Juan, el hombre de 78 años que impulsó la campaña 'Soy mayor, no idiota' para pedir un trato "más humano" en las sucursales bancarias, cuando celebraba los acuerdos a los que han llegado el Gobierno, la banca y las asociaciones de consumidores para que se mantengan las cartillas bancarias para los mayores de 65 años, con el fin de combatir la exclusión financiera de este colectivo y asegurar a los mayores más vulnerables que puedan permanecer en su "burbuja analógica".
"A los representantes de las entidades bancarias les he trasmitido claramente que estas personas mayores a las que yo me refiero tienen que quedar en una burbuja analógica, es decir, dejarlos como están", ha precisado Carlos San Juan, este jueves, en una rueda de prensa tras la reunión.
En concreto, ha explicado que se refiere a "los mayores más vulnerables" que "no solo es que hayan llegado tarde a la digitalización sino que no van a poder nunca acceder a ella principalmente por sus recursos económicos que no les permiten utilizar Internet y mucho menos tener un teléfono inteligente".
Satisfacción entre las personas mayores por el mantenimiento de las libretas de ahorro
"Uno de los puntos que más me ha agradado es el compromiso firme de que la cartilla de ahorro va a seguir vigente para todos los mayores de 65 años porque no tienen alternativa, tienen que pasar a utilizar una tarjeta y, necesariamente, para ver el historial de sus pequeñas finanzas, tienen que acceder de forma digital y eso no lo pueden hacer", ha manifestado el impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota'.
También se ha "alegrado mucho" en lo referente a la Ley de Autoridad Independiente de defensa del cliente financiero. "No dudo de la intención del protocolo pero la economía está sujeta a veleidades, de inflaciones, cambios de consejos de administración, de presidente del Gobierno o de llegada de otras entidades bancarias, y esta ley permite, sin abogado, de forma gratuita, reclamar. A los más vulnerables les da una seguridad de que no van a dejar de cumplirse los acuerdos", ha destacado.
En términos generales, Carlos San Juan ha calificado la reunión de "globalmente cordial" y ha destacado que ha observado "empatía" por parte de los representantes de la banca, a los que les ha transmitido "claramente" que a las personas mayores vulnerables se les debe asegurar una "burbuja analógica".