Los supermercados españoles se desmarcan del acuerdo antiinflación entre el Gobierno francés y la gran distribución para ofrecer cientos de productos a los precios más bajos posibles, pero empiezan a poner sobre la mesa iniciativas similares para los consumidores. Eroski ya ha anunciado que este mes activará una campaña comercial de “ajuste de precios” para facilitar el ahorro, cuyos detalles presentará la próxima semana.
En Francia, tras el pacto entre el ministerio de Economía y las compañías, Carrefour avanzó que en menos de dos semanas comenzará a ofrecer 200 artículos por debajo de los dos euros y que mantendrá fijos los precios hasta junio, mientras que la cadena Intermarché ha ampliado hasta 500 las referencias rebajadas, entre las que sobre todo habrá productos de marcas propias y alimentos frescos.
Estas medidas antiinflacionarias han sido adoptadas de forma voluntaria por las empresas y serán ellas las que podrán decidir el diseño de los paquetes de precios reducidos durante el próximo trimestre, tanto respecto a los artículos que incluye como los precios a los que se ofrecen.
“El acuerdo alcanzado en Francia deja plena libertad a cada distribuidor para definir, de acuerdo con su política comercial y el mejor conocimiento de sus clientes, cuál es su compromiso para luchar contra el incremento de precios de los alimentos”, ha valorado Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados en ACES, entre cuyos socios están Carrefour y Eroski.
“Esto es lo mismo que, sin necesidad de un acuerdo, vienen haciendo las empresas de distribución española desde hace muchos meses ya y que se seguirá haciendo por el compromiso de las empresas con nuestra sociedad y los clientes”, ha añadido. Desde la asociación empresarial, han querido destacar, además, el esfuerzo de las cadenas de distribución para contener los precios de la alimentación sacrificando los “estrechos” márgenes comerciales.
En el caso francés, el propio ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, ha señalado que esta iniciativa para frenar la inflación de los alimentos, que alcanzó el 14,5% en el país galo en enero, costará a estas empresas “varios centenares de millones de euros”.
El acuerdo con la gran distribución francesa ha sido posible después de que el Ejecutivo de Macron abandonara la idea con la que trabajaba desde hace meses: la de de crear una cesta de alimentación antiinflación que fuera común a todas las empresas. Un planteamiento que las compañías rechazaban al considerar que limitaba su libertad y su autonomía de acción.
Ese plan inicial del Gobierno francés era similar al que defiende desde el pasado mes de septiembre la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Yolanda Díaz propuso entonces que las grandes cadenas de la distribución ofrecieran “de forma voluntaria” un conjunto de 20 o 30 artículos fundamentales de la cesta de la compra a un precio topado. Aunque Díaz llegó a reunirse con representantes de Carrefour, la medida, rechazada tanto por el ala socialista del Ejecutivo como por Podemos, no llegó a prosperar.
Este lunes, tras conocer el pacto antiinflación francés, Díaz volvió a defender su propuesta reiterando que la ley de Comercio Minorista permite limitar los precios de los productos en determinadas circunstancias y recordando que la inflación de los alimentos se situó el pasado mes de enero del el 15,4%, más del doble de la tasa general.
Al contrario de lo que sucedió con la propuesta de Díaz, el ministro de Agricultura sí ha considerado “positivo” el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y las empresas de distribución galas. “El Gobierno francés ha hecho un anuncio en general, algunas cadenas lo han seguido. Espero y deseo que todo el mundo ponga lo mejor para poder conseguir precios razonables y bajos de cara a las familias y consumidores", valoraba Luis Planas, que animaba a los supermercados españoles a adoptar medidas similares “siempre que se respete la ley de la cadena alimentaria”.
Por su parte, la vicepresidenta primera se ha mostrado convencida de que los grupos multinacionales que han adoptado esas medidas voluntarias en Francia y que están presentes en España, las trasladarán también a los consumidores españoles. Aun así, Nadia Calviño ha defendido el impacto que las medidas adoptadas por el Gobierno, como la rebaja del IVA de los productos básicos, están teniendo ya en la contención de los precios los alimentos sobre los que se aplica.
Una opinión que no comparten desde la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN), que monitoriza desde comienzos de año la evolución de los artículos afectados por la rebaja fiscal y que asegura que su "ineficacia está siendo patente". Señalan que la última revisión de los precios realizada a finales de febrero muestra una subida del tique de la compra que rompe la tendencia bajista registrada desde que la medida entró en vigor.