¿Por qué España fracasa con el paro juvenil y cómo arreglarlo?

La economía española se muestra incapaz de solucionar el problema endémico del paro juvenil y eso que el 2022 la tasa de desempleo entre los menores de 25 años bajó hasta el 29,2 % situándose en valores de 2009 y muy alejados de casi el 57 % que alcanzó en el cuarto trimestre de 2012. Los expertos creen que se trata de un drama colectivo y un fracaso de la sociedad en su conjunto incapaz de dar perspectivas de futuro a su población más joven. 

El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo subió en 2.618 personas en febrero en relación al mes anterior (+0,09%) tras el fin de la campaña de rebajas e impulsado por el crecimiento del desempleo entre jóvenes, mujeres y extranjeros, según datos publicados este jueves por el Ministerio de Trabajo.

El paro juvenil no tiene freno

Por edades, el paro entre los jóvenes menores de 25 años subió un 11,8% en febrero, con 11.862 parados más que a cierre de enero, mientras que el paro de las personas con 25 años y más bajó en 9.244 desempleados (-0,3%). Tras el avance de febrero, el número total de parados menores de 25 años subió hasta un total de 215.366 desempleados. Es una losa que no acabamos de superar y que condena a la precariedad a nuestros jóvenes en un mundo marcado por el aumento del coste de la vida, los desorbitados precios de alquiler y la vivienda.

Se trata de un problema en el que también influye la zona de residencia de los futuros trabajadores de forma que con las tasas de desempleo son más elevadas en Andalucía y Canarias, mientras que en el noreste de España y en Madrid bajan considerablemente.

Los expertos apuntan a los problemas del sistema educativo como origen de las altas tasas de desempleo juvenil

Hay cierto grado de consenso entre los economistas sobre las causas que se esconden detrás de las altas tasas de paro juvenil en España. La primera de ellas es el alto porcentaje de abandono escolar en nuestro país. Según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el número de alumnos que no continúa estudiando tras la educación obligatoria ha aumentado por primera vez tras trece años de descenso, situándose en el 13,9 % en 2022, lo que supone un aumento de 0,6 puntos porcentuales respecto al año anterior. La importancia de esta circunstancia se deriva de la relación existente entre desempleo juvenil y abandono escolar.

En segundo lugar, la baja cualificación de los jóvenes derivado de este abandono escolar junto a alta tasas de estudiantes y licenciados universitarios hace que estos último sean contratados en empleos que en principio deberían de estar destinados a empleados con baja formación.

Finalmente, el problema de la calidad educativa en España. La incapacidad de los partidos políticos para consensuar una ley educativa que sirva para formar a la juventud al tiempo que la prepara para el mercado laboral tiene una gran responsabilidad en estas altísimas tasas de paro juvenil. Los jóvenes españoles no solo salen mal formados sino que también con escasas herramientas para buscar empleo.

La coincidencia entre los expertos sobre estas tres explicaciones tras la elevada tasa del paro juvenil no oculta otras causas como la temporalidad de los contratos cuya inercia se ha empezado a romper con la última reforma laboral o la dependencia de determinados sectores económicos como han sido tradicionalmente la construcción o los servicios vinculados al turismo o la hostelería.

El último 'Informe Jóvenes y Mercado de Trabajo 2022' del ministerio de Trabajo y Economía Social, recoge la invitación del Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales de la Comisión UE para elevar la tasa de empleo de la población de 20 a 64 años al 78% en el año aplicando para ello la Garantía Juvenil reforzada, con un enfoque particular en ofertas de calidad que apoyen una integración estable en el mercado laboral, utilizando el apoyo financiero de la Unión. En este sentido, la recomendación del Consejo insta a los Estados miembros a que garanticen que todos los jóvenes menores de 30 años reciban una buena oferta de empleo, educación continua, formación de aprendiz o prácticas en los cuatro meses siguientes a quedar desempleados o finalizar la educación formal, de acuerdo con el principio 4 del Pilar Europeo de Derechos Sociales, a partir de la inscripción del joven en una entidad proveedora de la Garantía Juvenil.

Los sistemas de Garantía Juvenil deben basarse en un conjunto de orientaciones, estructuradas en torno a cuatro fases, inventario, divulgación, preparación y oferta, respectivamente, y deben organizarse de conformidad con las circunstancias nacionales, regionales y locales, atendiendo al género y a la diversidad de los jóvenes destinatarios.

Desde el ministerio dirigido por Yolanda Díaz reconocen que son los jóvenes, junto con los trabajadores de baja cualificación y los trabajadores temporales, los que se han visto más afectados por el impacto negativo de la crisis y, en menor medida, las mujeres.

Según estas mismas fuentes, en España la relación de la tasa de paro joven con la tasa de paro del conjunto de la población ha permanecido prácticamente estable desde el inicio de la crisis de 2008, en el entorno de 2 a 1, si bien, en 2021 la relación se ha elevado al 2,3 a 1.

En este sentido, la tasa de desempleo juvenil sigue siendo aproximadamente algo más del doble de la tasa de paro general del conjunto de la población en edad laboral, situación parecida a la de antes del inicio de la crisis sanitaria. 

Esta es muy similar a la de la media de la UE y dispar de la que presentan algunos de los países miembros, en los que el desempleo juvenil presenta tasas muy superiores a la tasa general de paro, como es el caso de Italia, frente a Alemania, o en menor medida Grecia, donde la tasa de paro general y juvenil están más próximas, aunque desde 2016 tienden a separarse, siendo, a su vez, relativamente más bajas.

Los empresarios reclaman "cambios estructurales necesarios" en el mercado laboral

Un reciente estudio de elaborado por la empresa de recursos humanos Manpower afirmaba que la introducción de "cambios estructurales necesarios" en el mercado laboral podrían reducir la tasa de paro de los jóvenes entre 16 y 34 años al 5 % en 2030.

Según Raúl Grijalba, presidente para España, Portugal, Grecia e Israel, es "posible atajar el problema endémico del desempleo juvenil", aunque para conseguirlo es necesario considerarlo una cuestión prioritaria y para ello apunta a la necesidad de "abordar la situación de los jóvenes en el mercado del empleo de manera específica".

Entres las soluciones a este problema endémico de nuestro mercado laboral, estos expertos reclaman facilitar la movilidad, cambiar las políticas de ocupación e introducir una nueva dinámica en la demanda de empleo para acelerar el ritmo de creación de empleo al 1,9% hasta los 800.000 puestos de trabajo.

Pero no es la única línea que los expertos reclaman para hacer frente a este reto. José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, reclama una serie de iniciativas con "enfoque integral". se trata de una receta que permita entre otras cuestiones, conectar el sistema educativo y el ámbito productivo, fortalecer la colaboración público-privada, recuperar el talento senior y conectarlo con el talento joven, impulsar la adquisición y actualización de competencias, luchar contra el abandono escolar y reforzar las vocaciones técnicas y tecnológicas, así como la FP, en particular la FP Dual.