Impuestos y financiación: qué pierde España y qué gana Ferrovial con el traslado de su sede a Países Bajos
"Holanda tiene un tratamiento particularmente favorable para los holdings", analiza un experto
Al pasar a ser holandesa, Ferrovial se beneficiaría de la mejor nota crediticia de este país
España no perdería mucha recaudación fiscal, pero la marcha de la multinacional manda una señal de advertencia al Gobierno
"Para un mundo en movimiento". El lema de Ferrovial desde hace unos años encajaría perfectamente con la decisión de la empresa de trasladar su sede de España a Holanda. En sus setenta años de historia la constructora que empezó colocando vías de tren se ha convertido en una multinacional presente en una docena de países. El mundo se mueve y Ferrovial ha dado este paso pendiente todavía de ratificación en la próxima junta de accionistas de la empresa.
El Gobierno comenzó tomándose la noticia con cierta tibieza, restándole importancia, hasta que habló la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Ferrovial "se lo debe todo a España". La empresa ha crecido en gran parte gracias a las obras públicas que ha realizado España con dinero de los ciudadanos, resaltaba Calviño en su rápida campaña mediática para opinar sobre esta "errónea" decisión.
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¿Cuáles son las claves que llevan a esta primera gran empresa española a trasladar la sede de su matriz? ¿Cuánto puede perder de ingresos España con esta mudanza? La cuestión para el Ejecutivo no es tan fiscal sino más bien de señales: que una gran multinacional cambie su pasaporte español por otro holandés supone una advertencia a las políticas del Gobierno.
Para empezar, por si alguien dudaba, la propuesta es totalmente legal. Una empresa europea puede cambiar de residencia dentro del territorio, según el derecho interno de la UE. Ferrovial ha planteado ejercer esa libertad, pero: ¿por qué precisamente a Países Bajos?
El destino propuesto no es casual. En este país está ubicada desde hace años la pata internacional de Ferrovial. Fuera de España se concentra el 82% de los ingresos, según sus cifras. Ahora esa empresa holandesa absorberá el negocio nacional y se convertirá en la cabecera del grupo con sede en Ámsterdam. Será como la casa madre.
Países Bajos, sin embargo, no es un país en el que Ferrovial realice mucha actividad relacionada con su negocio: autopistas, gestión de aeropuertos, túneles, proyectos de edificación... ¿Por qué entonces este destino?
El sitio perfecto para un holding
"Holanda tiene un tratamiento particularmente favorable para los holdings", explica un experto consultado. Un holding es "una sociedad financiera que posee o controla la mayoría de las acciones de un grupo de empresas", según la definición de la RAE.
Ferrovial ha propuesto que su matriz (o casa madre) sea su filial en Holanda y no la de España. Eso obligará al cambio de sede. "No es tanto llevarse la sede a Holanda sino el holding porque hay muchos incentivos para tener allí la cabecera del negocio. Existe una facilidad increíble para trasladar beneficios de filiales europeas a la matriz a través de un juego de retenciones. Es más una cuestión de estructura que de tipos impositivos".
Es cierto también que durante años los Países Bajos han aplicado regímenes fiscales muy favorables y han conseguido atraer a muchas multinacionales. Algunos de estos esquemas permitían eludir el impuesto de sociedades a compañías de fuera de la UE. Aunque desde la Comisión Europea se ha tratado de poner límite a estas prácticas, el avance es lento. Organizaciones como Oxfam consideran a Países Bajos, junto a Luxemburgo e Irlanda, paraísos fiscales dentro de la propia UE.
Menos impuestos
La actividad de Ferrovial en España seguirá pagando impuestos en nuestro país. La empresa ha explicado que sus planes societarios no afectarán a las inversiones ni al empleo nacional. Las cotizaciones sociales de los trabajadores y el pago de sociedades, IVA y demás tributos correspondientes al negocio nacional se seguirán ingresando en la Hacienda española.
Pero el país perderá alrededor de 40 millones de tributación que se ahorrará Ferrovial, según cálculos del Banco Sabadell, por el traslado. La empresa se beneficiará de una fiscalidad más favorable para los dividendos de sus filiales (lo que se ingresa por los beneficios de sociedades participadas). En España están libres de impuestos el 95% de esos ingresos porque las ganancias ya han tributado en su lugar de origen. Sin embargo, en Holanda están exentos al 100%.
Ferrovial asegura que el cambio "no tendrá un impacto relevante en los impuestos que paga el grupo".
Estabilidad jurídica
Un marco jurídico "estable" es otro de los motivos del cambio, según Ferrovial. Es cierto que España ha ido por delante en Europa a la hora de gravar con impuestos extraordinarios al sector energético y el único que ha planteado aplicarlo a los bancos. Además, se ha instalado en el discurso político del Gobierno la idea de legislar "contra los poderosos". En los últimos meses se ha abierto una brecha entre el presidente y las grandes empresas del país por las decisiones y el tono del discurso.
Este es el telón de fondo para un sector, el de la construcción, "muy sujeto al riesgo regulatorio". "Creo que están valorando que va a haber cambios en los próximos años relacionados con toda la cuestión del medio ambiente y la sostenibilidad. Están apostando a que será más fácil de gestionar desde Holanda porque allí el entorno regulatorio es más predecible que en España, mucho más volátil ahora en las nuevas medidas. Esto es una realidad", opina un analista.
Es una forma de lo que se conoce como 'votar con los pies'. Una idea que ya vimos durante el proceso independentista en Cataluña: los bancos cambiaron de sede. Según esta idea, personas o empresas pueden mostrar sus preferencias no votando a un partido político sino mudándose a otro lugar en el que las ideas fiscales, sociales o de otro tipo son más afines.
Menor coste de financiación
Las grandes empresas acuden a los mercados en busca de financiación para sus proyectos. El interés que piden los inversores normalmente está ligado a la nacionalidad del negocio. Holanda tiene la máxima calificación para su deuda pública (es como sacar un diez en un examen) y ésta ronda el 50% del PIB. En España es algo más del doble ese peso: 115% PIB y la nota de nuestra deuda es más baja.
Un entorno de subida de tipos como el que vemos en Europa conlleva el riesgo de menor crecimiento de las economías. Si eso se materializa --un aterrizaje brusco de la actividad--, los países más endeudados serán los primeros en sufrir. Eso puede traducirse en una menor calidad crediticia. Vamos, una revisión de la nota del examen que hacen las agencias de clasificación de deuda por el aumento del riesgo de prestar dinero a un país que debe mucho y crece poco. La rebaja de nota se aplica también a las empresas de ese territorio casi de manera automática. Eso en la práctica se traduce en mayores costes de financiación para la compañía. Mayor riesgo implica mayores intereses. Ferrovial valora que esta posibilidad de deterioro de la nota es menor en Holanda y además se puede aprovechar de su buena nota en los mercados.
Bajo coste reputacional
Hablamos de una empresa que construye puentes, carreteras, gestiona infraestructuras... El riesgo de que parte de sus clientes le castiguen por esta decisión es reducido. Ferrovial trata con gobiernos nacionales, regionales y otras empresas privadas. En su caso no es lo mismo que para una entidad financiera o una empresa con un negocio de venta minorista.
Ya vimos lo complicada que fue esta gestión de reputación cuando entidades como La Caixa o Sabadell trasladaron su sede fuera de Cataluña. Por este motivo es precisamente por el que será quizá complicado ver muchos más casos como el de Ferrovial.