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El precio del carburante tampoco escapa a la inflación. Tras una escalada imparable en el último año y ya sin la bonificación del Gobierno, llenar el depósito supone también todo un desfalco para nuestros bolsillos, cada vez más vacíos ante el alza de casi todo. Vivir, en esencia, –y como recoge la evolución del IPC–, es todavía más caro que antes, y en este contexto intentar ahorrar en costes sea por donde sea parece ya, más que un desafío, un imperativo. En el caso del carburante, la DGT nos trae cinco consejos clave “para que puedas hacer frente a la inflación y te ahorres unos eurillos” en lo que se refiere al depósito de combustible…
En primer lugar, la Dirección General de Tráfico nos recuerda la importancia de “colocar bien la carga del vehículo”. Hacerlo y organizarlo es fundamental porque, “a más kilos más consumo”, por lo que minimizar lo que llevamos y cargamos en el coche es importante si buscamos un ahorro.
Además, respecto a esto, la DGT indica que lo preferente ha de ser llevarlo en el interior del maletero, tanto por seguridad como por cuestiones aerodinámicas, lo que tendrá su impacto también en el consumo.
En segundo lugar, en aquellos coches más modernos en los que esto sea posible, se recomienda la conducción en modo ‘Eco’, lo que implica una transición de marchas mucho más suave. Por esta razón, en los vehículos más tradicionales y que no dispongan de este modo o modo alguno, lo que se aconseja desde la DGT es “circular con marchas largas” para de este modo obtener también un ahorro.
En esa misma línea, y directamente en relación con lo anterior, el tercer consejo es precisamente mantener “una conducción suave”. Ello implica conducir “sin acelerones y con revoluciones bajas hasta que el motor alcance los 90 grados”, algo también muy importante cuando arrancamos el coche y nos empezamos a mover, especialmente en fechas con temperaturas invernales y gélidas.
Por otra parte, la DGT también recuerda que es importante “revisar el filtro del combustible”, algo clave “para evitar que pasen impurezas”. Cuando está en perfecto estado, explican desde la entidad, “evita un sobreesfuerzo del motor, ahorrando así combustible”.
El último consejo, por otro lado, como no podía ser de otro modo llama a vigilar también nuestros neumáticos. “Las ruedas influyen en el consumo de forma directa”, subrayan, indicando que “su buen estado y su correcta presión harán que el consumo de combustible sea menor”.
Más allá de estos consejos, siempre quedarán otros a tener cuenta, como la correcta planificación del viaje, esquivando las operaciones salida, revisando la ruta más óptima y las gasolineras más baratas; la moderación de la velocidad; la regulación del aire acondicionado y la calefacción para no excedernos y utilizarlo también de forma óptima solo cuando sea necesario; el empleo del freno motor para reducir el consumo, así como aprovechar de forma inteligente la inercia de la pendiente en las bajadas, entre otros.
Recientemente, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha señalado además al momento en que, en general, dado que los precios no dejan de fluctuar, suele ser más barato repostar: el primer día de la semana; el lunes, y especialmente a primera hora de la mañana o a medianoche.
En el lado opuesto están los fines de semana, así como festivos muy señalados o justo cuando se avecina un puente o una operación salida. No obstante, la OCU recuerda que las variaciones en el precio de los carburantes se pueden producir a lo largo del día y, para estos cálculos, las fluctuaciones se basan en estudios sobre los patrones de movilidad de los consumidores.