A prueba: Alfa Romeo Giulia Competizione, belleza y deportividad para mantener el poder de las berlinas

Afortunadamente para los que nos gusta conducir todo tipo de coches con todo tipo de motorizaciones, aún quedan automóviles modernos con el espíritu clásico de la conducción. Es ese que representaba la máxima libertad en aparatos rápidos, eficaces, estimulantes. Coches, que querían emular por unos momentos lo mejor de ese otro momento efímero que es la vida en su traslado hacia lo desconocido.

En el Alfa Romeo Giulia que vamos a describir hoy, quedan muchas características de una época dorada de la automoción y que Alfa Romeo quiere mantener en su “risorgimento”. Dos apuntes. Ese resurgir es ya un hecho. En España por ejemplo hizo 2.975 matriculaciones en 2022 con una cuota del 2% del mercado premium nacional. En cuanto a electrificación, la marca ha lanzado este año el Tonale híbrido enchufable, el que viene fabricará su primer eléctrico, en 2025 presentará su primera versión únicamente eléctrica sin acompañamiento de térmicos y para 2027 anuncia que comenzará a producir solo modelos 100% eléctricos.

Es decir, este Giulia -que se situó en el “top 3” de ventas en 2022 en su segmento en España- es una especie de canto de cisne térmico que no sabemos cuánto permanecerá en el escenario (como mucho 2027 en versión de combustión). Además Alfa Romeo no anuncia motorizaciones electrificadas y, de momento, parece que nos tendremos que conformar con la etiqueta C de la DGT.

El Alfa Romeo Giulia es una berlina, un tipo de carrocería que ha sufrido el desapego del usuario, pero que sigue siendo el ideal en carretera por razones de seguridad, aerodinámicas, de eficacia (aún no hemos visto un todocamino disputando la Fórmula 1 ¿verdad?) e, indiscutiblemente, por sensaciones de conducción.

En concreto vamos a hablar de la versión 2.0 Turbo con el motor de 280 CV de potencia y acabado Competizione, que se está ofreciendo solo durante un tiempo limitado.

-Es un turismo de cuatro puertas que tiene un uso aconsejado para cuatro plazas. Mide 4,65 metros de largo por 1,86 de ancho y 1,43 de altura. Su distancia entre ejes es de 2,82 metros y su peso de 1.620 kilos. Su maletero acoge 480 litros como muchas berlinas del segmento premium.

-El motor es a gasolina de cuatro cilindros delantero longitudinal de 1.995 centímetros cúbicos de capacidad y 280 CV de potencia. Su par de empuje máximo es de 400 Nm. Con esas características consigue una aceleración de 0-100 km/h en 5,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 240 km/h.

-La tracción de esta completísima edición Competizione incluye la tecnología Q4. Eso quiere decir que distribuye el par de forma que siempre avanza en modo propulsión (100% tracción trasera, para optimizar el control y los consumos). Pero en paralelo, va monitorizando las condiciones de adherencia y las demandas del conductor en tiempo real. Cuando se acerca el límite de adherencia el sistema transfiere hasta el 50 % del par motor al eje delantero en menos de 150 ms. para lograr las ventajas de agarre de la tracción total a las cuatro ruedas. Además, incorpora una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades por convertidor de par. Las grandes levas en el volante permiten un pilotaje más eficaz cuando decidimos ejercer el control sobre el cambio.

-Con este tren de potencia, los consumos se elevan como era de esperar. La cifra oficial que ofrece Alfa Romeo para el consumo combinado es de 8 l/100 km en ciclo WLTP. En un recorrido corto y sobre todo por autovía a velocidades legales a nosotros nos marcó 9,3 l/100 km.

-Cuenta con conexión a internet en nuestro móvil mediante Apple CarPlay y Android Auto, pantalla de 8,8 pulgadas, cámara trasera, sistema de entrada y arranque sin llave, llantas de aleación (de entre 17 y 19 pulgadas)...

-En cuanto a asistentes de conducción, aporta con el nivel dos de autonomía que incluye sistema de mantenimiento de carril, asistente de luces, programador de velocidad activo, un eficaz detector de vehículos en el ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, alerta de cambio involuntario de carril, aviso de frenada por alcance...

Alfa Romeo es una marca que se centra en el agrado en la conducción, lo que junto a la calidad es la gran obsesión de la marca. Y en el Giulia, uno de sus modelos históricamente icónicos de su pasado, esa característica no podía faltar. La consigue por cuatro motivos que le otorgan un carácter propio. El primero es un reparto de pesos del 50% en cada uno de los ejes delantero y trasero. Esto le proporciona un equilibrio que, sin que sea fácilmente reconocible, hace la conducción muy agradable.

Otro difícilmente reconocible es su esquema de suspensiones con una suspensión de horquilla delantera y una trasera multibrazo exclusiva de Alfa Romeo que logran la magia de poder ofrecernos una gran agilidad en curva cuando lo requerimos sin ser “secas” para las espaldas de los pasajeros cuando atravesamos baches. El tarado es tan equilibrado que su conducción es muy agradable en cualquier firme.

El tercero es una dirección rápida, directa y eficaz que coloca el coche con mucha precisión allí donde se le indica que vaya y además es muy comunicativa de lo que está pasando sobre lo que está pasando en la interacción de las ruedas con el asfalto. Y para finalizar, la ya explicada tecnología Q4 que asegura siempre la mejor tracción. Podríamos incluir unos asientos que recogen el cuerpo como pocos del mercado, abrazándote en todas las ocasiones y ayudándote a conducir. Y eso sin resultar agobiantes, lo que otorga a los viajes esa característica de comodidad que termina siendo el auténtico lujo.

En cuanto al motor, tiene una entrega muy progresiva y gradual y respuesta eficaz, que además es muy contundente cuando se le exige.

El Giulia se enmarca dentro de la zona premium del mercado. Y hay que resaltar los buenos remates y acabados de su interior, en el que el cambio principal es la carga tecnológica. Varía sobre todo un nuevo cuadro de instrumentos con tres personalizaciones que ofrece solo los datos necesarios para que te puedas centrar en la conducción. En el habitáculo hay que comentar que en la entrada a las plazas traseras nos encontramos que las puertas no son grandes, ni el ángulo de entrada el mejor del segmento. Por otro lado, la plaza central trasera resulta mermada por un gran túnel de transmisión,

El maletero no tiene mucha altura, por lo que aunque es muy capaz, sus formas hacen que no sea fácil transportar en él bultos grandes. Por cierto, el reposabrazos facilita también un hueco por el que se accede al maletero para portar objetos largos. Sus asientos se abaten y también permiten una conexión con el maletero, pero de nuevo sus formas impiden que se pueda aprovechar a fondo esta ventaja.

Estéticamente es muy equilibrado y ha logrado atesorar esa belleza atemporal que siempre busca Alfa Romeo. Tiene además reminiscencias a su glorioso pasado, por ejemplo, recuperando su tradicional firma lumínica de tres puntos de luz en cada faro, que ahora son matriciales y adaptativos “full led”.

En realidad, el Giulia Competizione es un coche muy exclusivo, cargado hasta los topes de tecnología punta y equipamiento de todo tipo. Es muy fácil alabarlo, porque es difícil encontrarle pegas. Eficaz, bello, atractivo a más no poder, rápido y emocionante, con un diseño atemporal, bien acabado... los adjetivos valorativos podrían ir hasta el infinito. Pero, claro, no podía ser menos en una versión que sale por 67.600 euros.

Sin embargo hay un dato muy significativo. Alfa Romeo obtiene la primera posición en el reconocido ranking de la consultora JD Power en cuanto a Satisfacción General del Cliente (SSI). Por supuesto, este puesto es entre sus pares, es decir las marcas del segmento premium. Pero el hecho de que se obtenga directamente de las encuestas anónimas de usuarios, es claramente indicativo.

Pero para dar opciones y pensar en diversas posibilidades, comentaremos que la gama del Giulia tiene cinco escalones, que de menos a más equipado son Super, Sprint, TI y Veloce, además de la aquí comentada edición especial Competizione. Además hay tres motores a disposición de los clientes, todos ellos sin ningún tipo de electrificación. El primero es un gasolina de 280 CV -el mismo del Competizione- para todos los acabados citados. Pero también hay dos diésel, uno de 210 CV (sólo en TI y Veloce) y otro de 160 CV para los cuatro acabados. Así que bajando un poquito al más asequible, nos encontramos con que el Giulia de entrada a la gama (Super) parte de los 46.100 euros en precio de lista, con la motorización diésel con 160 CV de potencia.