Despedir en España es barato: 9.701 euros de media si eres un trabajador nacional o 3.228,8 si eres extranjero. Son datos oficiales aportados por el ministerio de Trabajo a través de la estadística de despidos y su coste publicados en 2022.
En cuanto al número de trabajadores despedidos las cifras apuntan a que el primer año de pandemia, aumentaron un 1,3 % respecto a 2019, hasta alcanzar un total de 474.738. Este ligero repunte se debe exclusivamente al incremento en un 8,6 % de los extranjeros que fueron despedidos de su empleo, hasta sumar 70.537. Por contra, los españoles despedidos en 2020 ascendieron a 368.804, un 2,7% menos que en 2019.
La indemnización media percibida por los españoles que fueron despedidos triplicó a la de los extranjeros, con 9.701 euros en el primer caso frente a los 3.228,8 euros de media que cobraron los trabajadores foráneos. Ello se explica por la abundancia de contratos temporales entre los extranjeros, cuya indemnización es más baja, y por las actividades en las que suelen encontrar empleo, con salarios más bajos.
Aunque Trabajo contabiliza 474.738 trabajadores despedidos en 2020, el número global de despidos fue mayor, 479.181, debido a que hubo trabajadores que fueron despedidos en más de una ocasión a lo largo del año.
En comparación con 2019, la cifra de despidos aumentó un 0,89% en 2020, año en el que se desató la crisis sanitaria pero en el que se logró contener el empleo gracias a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
De hecho, el número de despidos se ha mantenido más o menos estable desde el año 2015, superando en todos los ejercicios la cifra de 400.000 y con tendencia a la baja hasta 2018, año en el que empieza a repuntar. Entre 2015 y 2020, el número de despidos pasó de 455.265 a 479.181, lo que en valores relativos supone un incremento del 5%.
Por su parte, la indemnización media por despido fue de 8.965 euros en 2020, casi 335 euros inferior a la de 2019.
Trabajo precisa que para la estimación tanto en el número de despidos como su coste se consideran los despidos cuyo coste es la cantidad indemnizada exenta de tributación que consta en los registros de la Agencia Estatal de Administración Tributaria y de las Haciendas Forales de Navarra y País Vasco, junto con la cantidad pagada directamente por el Fogasa.