Después de seis años transitando por un mundo al revés con tipos negativos, la normalidad volvió al sector financiero en 2022. Lo hizo, eso sí, de manera muy abrupta con la subida más acelerada del precio del dinero desde la creación del euro: pasó del 0% al 2,5% en cinco meses. Este proceso de 'normalización', como dicen en la banca, trajo consigo también mayores ingresos: 1.800 millones de euros más derivados de volver a un mundo más 'normal' con un crédito más caro.

La mejora también viene impulsada también por un mayor volumen de negocio. Más ventas, créditos e hipotecas, generan mayores beneficios. En la jerga a esto se le llama: "margen de intereses". Es el puro negocio bancario: la diferencia entre lo que cobran por prestar y lo que pagan por el ahorro. Y ya sabemos que los bancos españoles han repercutido la subida en el crédito y mucho menos en los depósitos, donde figuran a la cola de la eurozona.

La entidad que más mejoró su margen de intereses fue Caixabank, con 500 millones adicionales el año pasado. Le siguieron Santander y Sabadell con 375 millones, BBVA, 284 millones y Bankinter, 261 millones. En total, estos cinco bancos suman 1.800 millones de euros más de ingresos, un 10% de incremento de media respecto a las cifras registradas en 2021.

El Banco Central Europeo (BCE) volvió a subir tipos este jueves hasta el 3% y anunció un nuevo incremento en marzo. Fue también esta previsión de intereses más elevados la que aceleró muchas operaciones en el mercado hipotecario a finales del año pasado. Los que pensaban adquirir una vivienda trataron de cerrar cuanto antes la compra. Hasta noviembre el número de hipotecas subía por encima del 9%. Nos movíamos en niveles que no se veían desde 2010.

En total, los cinco mayores grupos ingresaron 20.575 millones de euros por el margen de intereses. En términos porcentuales, Bankinter es el que más aumenta, un 21%.

Las comisiones, otro tipo de ingresos de la banca, han estado mucho más estables, prácticamente no han subido, a excepción de Caixabank donde aumentaron un 8%.

Margen de intereses y comisiones serán los dos apartados de la cuenta de resultados sujetos al impuesto temporal que ha aprobado el Gobierno y que se liquidará este 2023. Desde el Ejecutivo se argumenta que la situación actual genera ingresos extraordinarios para la banca. En el sector todavía no han decidido si terminarán recurriendo el tributo. Todos responden con evasivas tipo: los "servicios jurídicos" lo examinarán o el "consejo" adoptará una posición.

De momento los pagos se realizarán y cada uno ha hecho los cálculos de cuánto le tocara. En total: más de 1.100 millones de euros. Caixabank será quien más aportará. Es decir, en 2022 los tipos de interés habrían generado 1.800 millones más de ingresos --que no beneficios--. Y este 2023 los bancos han estimado que pagarán 1.100 millones por el impuesto.

Sigue siendo una mala idea para todas las entidades. "Es contraproducente poner un impuesto que entorpece la actividad económica", respondía Carlos Torres, presidente del BBVA esta semana. "Nuestra posición no cambia y no se ve afectada en absoluto porque los beneficios sean un poco más altos", sostenía José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Caixabank. "Está muy bien que paguemos más impuestos, pero que los paguen todos. Los bancos ya pagamos un 5% más", decía Ana Botín, presidenta de Santander.

La idea del impuesto reside en que los bancos se están beneficiando de la subida de tipos de interés. Es un efecto algo rebote porque la acción del BCE va encaminada a luchar contra la inflación que ha traído, principalmente, la invasión de Ucrania.

Después de muchos años con tipos en el 0% e incluso en terreno negativo para el sector, la política monetaria se adentra en territorio positivo con un precio del dinero ya en el 3%. Históricamente no son tipos muy elevados. Por eso los bancos hablan mucho de "normalización". Lo que vemos ahora --incluidos los beneficios-- es lo 'normal'. Lo de antes era lo raro.

El impacto positivo de la subida de intereses todavía tiene recorrido. "Aún no se ha reflejado plenamente en España, Portugal y Estados Unidos", explicaba el banco Santander. En los próximos meses esperan hasta 2.500 millones de euros adicionales de margen de intereses.

"Una subida de tipos en este entorno, que lo que pretende en una desaceleración de la economía, terminará afectando a nuestro volumen de negocio, ingresos y morosidad", argumentaba Goirigolzarri. "Ahora solo estamos viendo el primer impacto positivo, pero los vientos de frente llegarán en el medio plazo".

Conscientes de que los resultados millonarios podían generar cierto estupor en la sociedad, los directos se han esforzado en poner "en contexto" las cifras. Cuando lo han hecho, todos han hablado de la rentabilidad del negocio. Se puede ganar dinero y no ser rentable.

Los bancos insisten en la idea de que en España no cubren el coste del capital. "Cuando el banco capta capital no es porque necesite liquidez (para eso capta depósitos o emite deuda), sino porque quiere reforzar su solvencia, que nada tiene que ver con la liquidez", explica Joaquín Maudos director adjunto de Ivie y catedrático de la Universitat de València. Ese capital son inversores "que exigen una prima, con razón, porque están adquiriendo un riesgo que debe ser compensado".

El proceso de 'normalización' supondrá el inicio de la vuelta a la rentabilidad. "Eso es una extraordinaria noticia para los accionistas del banco, pero también para la sociedad", sostenía Goirigolzarri. "Solo una banca rentable puede financiar una economía".