Líderes en crecimiento, últimos en la recuperación: el PIB de España sigue un punto por debajo del nivel precovid
La economía española rebasó las expectativas y creció un 5,5% en 2022
Dinamarca y España son los dos países europeos que todavía no han completado la recuperación económica
El PIB turístico ha recuperado el nivel prepandemia gracias a la demanda doméstica, pero la internacional está aun por debajo de la de niveles precovid
Con datos todavía provisionales, solo Dinamarca acompaña a España en el grupo de economías que todavía no puede decir que ha superado la crisis del covid. En ambos países el PIB se sitúa por debajo de los niveles prepandemia. España está a tan solo un punto porcentual de conseguirlo, pero el estancamiento en el que parece haber entrado la actividad en el último medio año impide cerrar del todo la brecha.
Nuestro país terminó 2022 creciendo a un ritmo del 5,5%, superando las expectativas de la mayoría. "Los datos están muy por encima de la media europea", valoraba la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, quien destacaba también el mérito de hacerlo en un "entorno internacional tan complejo". Somos líderes en el avance del PIB, pero rezagados en la recuperación. Ambos liderazgos, aunque parezcan contradictorios, con compatibles.
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Mayor caída del PIB, más terreno que recuperar
Nuestra economía fue de las que más sufrió por el confinamiento del covid. Ya en 2020 se sabía que íbamos a ser de los países más castigados por nuestra dependencia del turismo exterior y el sector servicios. Aunque factores como la pandemia, la crisis energética o los cuellos de botella en el comercio internacional afecten a todos los países, en cada uno los efectos han sido distintos. En gran parte depende de cómo es cada uno, al igual que un mismo virus genera diferentes síntomas en las personas en función de su edad, defensas, patologías previas...
Las acciones de los gobiernos actuarían como los fármacos frente a la enfermedad, pero fundamentalmente estarían lidiando con consecuencias que están dadas por la propia idiosincrasia del país. Esto explicaría las diferencias en el ritmo de recuperación del PIB que se observan con las otras grandes economías europeas. (Nota: España es la única que ofrece datos hasta IV trimestre).
Italia y Alemania retomaron los niveles precovid a lo largo de 2022. Sin embargo estos países, sobre todo Alemania, están más expuestos a la crisis energética actual. El Gobierno de este país prevé una leve recesión en 2023 que quizá podría situarle de nuevo por debajo del PIB de 2019. En el caso de España se espera cruzar esa línea del cero --que marca la recuperación completa-- entre finales de 2023 y principios de 2024.
¿Qué está fallando? Consumo e inversión
Los elementos que explican este retraso en España son, principalmente, dos: consumo e inversión. Los hogares no han vuelto a consumir como antes todavía. Ni en el último trimestre de 2022 con una inflación algo más contenida consiguió remontar esta variable, según las cifras provisionales. Es posible que cuando se tenga toda la información esta foto cambie algo, pero de momento las partidas del PIB más rezagadas son estas.
Tampoco la inversión y esto también sorprende porque, en teoría, aquí se deberían reflejan gran parte de los fondos europeos. En este punto radican muchas de las divergencias de los analistas: mientras el Gobierno fía mucho a esta variable el crecimiento, en otros organismos como el Banco de España son más conservadores. Las cifras provisionarles parecen dar más la razón a los segundos. Inversión y consumo de las familias impiden al PIB terminar de recuperarse del todo.
En el lado contrario nos encontramos con otras variables que están ya mejor que en el año 2019. Es el caso de las exportaciones, tanto de bienes (mercancías) como de servicios (turismo y otras actividades), importaciones y gasto público. Este último nunca ha llegado a situarse por debajo de los niveles prepandemia.
El PIB turístico, por encima del de 2019
El turismo, el considerado motor económico de España, ya firmó el pasado año su particular recuperación postcovid. Lo hizo a partir de la Semana Santa, tras dejar atrás la ola de ómicron, que supuso un nuevo parón de los viajes durante el primer trimestre y que ha acabado lastrado los resultados internacionales del sector.
A partir de abril, ni la incertidumbre económica ni la pérdida de poder adquisitivo por la inflación consiguieron frenar las ganas de viajar, lo que ha llevado al PIB turístico a alcanzar los 159.000 millones de euros, lo que supone un 1,4% más de la actividad registrada en 2019, según los cálculos de Exceltur, la patronal de las grandes empresas del sector.
Esta recuperación tras la pandemia no se ha producido de forma paralela entre el turismo doméstico y el internacional, ya que ha sido la demanda nacional sobre la que se ha asentado el resurgimiento de la actividad. El pasado año todos los segmentos (hoteles, apartamentos, campings...) registraron más pernoctaciones de residentes en España de las que se habían producido tres años antes.
Sin embargo, aún no se ha terminado de completar la recuperación del turismo internacional. La brecha que compara las llegadas de los visitantes extranjeros con las de antes de la crisis se ha ido cerrando mes a mes durante el año, pero han acabado el año todavía un 15% por debajo de las de 2019, a falta de los datos definitivos de diciembre.
Por lo que respecta al gasto de los turistas, se han alcanzado los niveles prepandemia claramente a partir de octubre, por lo que en el cómputo general del año todavía está cerca de un 5% por debajo del de hace tres años. En euros, la diferencia ronda los 5.000 millones de euros.
En cuanto al peso de esta actividad en la economía española, el pasado año supuso el 12,2%. Es el mismo nivel que tenía en 2018 y está aun cuatro décimas por debajo del de 2019, que fue el mejor año de la historia para el turismo español.
Exportaciones de mercancías
No solo está yendo bien las exportaciones de servicios (turismo). También las ventas de mercancías de las empresas españolas en el exterior mantienen su tono positivo, a pesar del contexto de incertidumbre e inflación. En el último trimestre crecieron un 1,8% en tasa trimestral, el doble respecto a la media de los cinco años anteriores a la pandemia.
"Al menos hasta el mes de noviembre, España lo ha hecho mejor en 2022 que Alemania, Italia o Francia en materia de exportaciones. No obstante, esto no es algo novedoso, dado que desde 1999, el sector exterior español se ha comportado mejor que el de estos países", valora Javier Serrano, consultor del área de Economía Aplicada de Afi.
Los analistas no prevén un cambio de tendencia en este sentido porque cada vez hay más empresas exportadoras. "A partir de 2008 muchas salieron al exterior para sobrevivir", explica Serrano. "Se ha aumentando la diversificación de destinos (América del Norte, Norte de África, Asia): destinos más lejanos pero más dinámicos".