El 5 febrero entrará en vigor la prohibición de la UE de comprar productos petrolíferos rusos. Eso hará, según las petroleras, que el precio del diésel se dispare. Un precio que ya ha subido desde el 1 de enero.
La guerra de Ucrania sigue acarreando consecuencias para la economía europea.
Desde que se acabara la bonificación del Gobierno, el precio de la gasolina ya ha subido un 18% y el del gasóleo un 15. Y la petroleras advierten que esa subida irá a más cuando el 5 de febrero entre en vigor la prohibición de la Unión Europea de comprar productos derivados del petróleo de Rusia.
Esta medida completa el embargo al crudo ruso que llega por barco y el tiene el tope de 60 dólares al barril.
Aunque el objetivo de la UE es asfixiar a la economía rusa, los ciudadanos europeos verán también como aprietan sus bolsillos. Las petroleras advierten de que la subida del diésel será al menos del 5% a partir del mes que viene, informa La Razón.
En noviembre, el 44% de las importaciones europeas de diésel procedieron de Rusia, según datos del proveedor global de datos e infraestructura del mercado financiero Refinitiv. En Europa, explican los expertos, todos los días faltan 1,3 millones de barriles de gasóleo, que hay que comprar.
La estrategia energética de la Unión Europea, que apuesta por la energía verde frente a los combustibles fósiles hace que las inversiones del sector hayan caído en los últimos años. En los últimos doce años, se han cerrado 26 refinerías en el continente europeo, lo que ha reducido la capacidad de producción en un 18%, según datos recogidos por el citado diario de Concawe, la patronal europea del sector.
Con este déficit de producción propia y la importación rusa más reducida, lo previsible es que el precio del gasóleo suba en los meses venideros.
Los presidentes de Repsol y Cepsa también advirtieron del efecto negativo que tendrá esta prohibición sobre el precio de los combustibles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su encuentro en el Foro de Davos.
Ambas compañías sostienen que España no va a tener problemas de suministro porque no depende en exceso del gas de Rusia. Sin embargo, advierten de que puede ser un problema que el 70% de las ventas de coches son aún de combustibles fósiles