Los casos de estafas y quiebras, el último más sonado ha sido el de FTX, uno de los mayores operadores de criptomonedas, confirma la idea que desde hace años tiene el regulador español de estos productos. "Son poco interesantes y socialmente inútiles, por lo menos la mayoría de las que están ahí fuera", valoraba Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
"Llevamos desde 2018 alertando sobre el riesgo de inversión en estos criptoactivos y, lamentablemente, los recientes eventos han sacado a la luz sus deficiencias, limitaciones y miserias", sostenía Buenaventura durante la presentación del libro '35 años de economía y finanzas en España' de AFI. "Espero que dentro de unos años podamos hablar de criptoactivos de verdad. Lo que domina ahora es lo que podríamos denominar: token de juguete".
Según el regulador, las criptomonedas puedes jugar su papel a la hora de abordar las necesidades de financiación de las empresas y de los que quieren invertir. También podrían servir como medio de pago, algo que no ocurre ahora. La empresa Tesla suspendió el pago en bitcoin por sus coches por cuestiones medioambientales: las necesidades de electricidad del minado relacionado con las critpomonedas son enormes.
Dentro de unas semanas Europa se convertirá en el primer lugar del mundo con una regulación sobre las criptomonedas. Después de dos años de trabajos, se dará el primer paso para que estos productos financieros operen en un entorno con reglas y supervisión. Ahora mismo no hay ni lo uno ni lo otro. Por ese motivo es también caldo de cultivo de fraudes, estafas piramidales y mucha especulación.
Sin embargo, la implementación de las reglas requerirá su tiempo. "El desarrollo del reglamento es prolijo y si queremos que esté armonizado a nivel europeo serán necesarios tiempos de consulta", explicaba Buenaventura. "Y el segundo motivo es que el sector de los criptoactivos está poco acostumbrado a ser regulado y supervisado. No creo que el proceso de licencias sea rápido e indoloro".
Desde la CNMV se insiste en que criticar las actuales criptomonedas como un producto de inversión no significa estar en contra de la tecnología en la que se basan. El llamado blockchain permite realizar transacciones financieras entre dos personas de manera segura, irreversible y sin intermediarios. Supone un ahorro de costes para el sistema.
"Esta tecnología no nos genera una amenaza, sino todo lo contrario. No tenemos ningún reparo en que pueda cambiarse el status quo. Queremos lograr que esa desintermediación más eficiente posible y que los fondos lleguen a quien lo necesite del modo mas rápido y eficiente", argumentaba el presidente de la CNMV.
El regulador española anunció hace justo un año que comenzaría a regular la publicidad asociada a las criptomonedas ante el aumento de los casos de reclamaciones de pequeños inversores. Toda campaña relacionada con este producto debería incluir la siguiente advertencia: “La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido”.
Además, se tiene que comunicar con diez días de antelación a la CNMV las campañas dirigidas a más de 100.000 personas. La regulación de la publicidad también afectaba a los llamados influencers. A los personajes públicos que promueven la inversión en estos activos se les pidió "responsabilidad" para evitar estafas entre sus seguidores.