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La quiebra de FTX, una de las tres principales plataformas de compraventa y custodia de criptomonedas del mundo, ha provocado un terremoto en el sector que se extiende por todo el mundo. Aunque la venta de estos activos no está regulada en Europa, FTX contaba con una licencia que le permitía realizar servicios de inversión en Chipre, y por lo tanto, en el resto de la Unión Europea.
El proceso de investigación para conocer qué cómo ha acabado en bancarrota una compañía que a principios de año fue valorada en 32.000 millones de dólares será largo, pero los afectados ya se están moviendo para intentar recuperar su dinero. “En España hay multitud de afectados por la quiebra de FTX”, dice Fernando Navas, responsable financiero y de nuevas tecnologías de Navas & Cusí abogados, bufete especializado en derecho financiero y del mercado de valores.
En su despacho reciben desde hace días a numerosos afectados tratando de buscar una solución. “Ya hemos recibido muchas consultas de gente que tenía metido ahí su dinero. Pero es importante que entiendan que tienen que conciliar las ganas de recuperarlo con el tiempo que realmente puede pasar hasta llegar a lograr algo. No es automático, esto va a llevar tiempo”
Respecto a las posibilidades de recuperar la inversión, Navas señala que el hecho de que la empresa actuara con licencia de la CySEC, el órgano supervisor del mercado financiero chipriota (como la CNMV en España) supone una ventaja para los afectados ya que cuenta con un fondo de garantía de inversiones que puede llegar a cubrir hasta 20.000 euros. “Habrá que ver qué cantidad puede pagar la empresa dependiendo del dinero que quede en la compañía, luego ver qué activos tiene y donde se venden”, explica.
Precisamente la investigación que se está llevando ya a cabo en Estados Unidos vinculada al proceso concursal se está centrando de momento en localizar los activos desaparecidos de la compañía. “Habrá que ver si no se han destruido pruebas, porque lo que parece que aquí ha sucedido es que estamos ante un caso de mala gestión empresarial, en el que alguien se ha gastado el dinero que no era suyo”, opina el abogado especializado, que señala que esto supone una gran diferencia respecto a pérdidas de inversión que puedan estar motivadas por la evolución de los mercados.
Y aunque los órganos reguladores llevan años advirtiendo de los elevados riesgos asociados a estas inversiones, Navas insiste en marcar las distancias con lo sucedido en la plataforma. “En el caso de FTX no estamos hablando de riesgos implícitos a las criptomonedas, porque la posibilidad de que un mercado volátil pueda hacerte perder la inversión es algo que la mayoría de los inversores acepta. El problema viene cuando te engañan, independientemente del negocio al que se dedique una empresa, que dice que hay un dinero cuando en realidad se lo ha gastado. Eso ya es un tema de negligencia corporativa. Los inversores que estaban ahí han sido víctimas de una negligente actuación por parte de los administradores”.
Con todo y a pesar de las pérdidas de inversores que ya se han puesto en contacto con el despacho y que llegan a reportan pérdidas cercanas a los 100.000 euros, el experto pronostica que en los próximos meses aflorarán muchos más afectados. “Estamos al principio, por la experiencia que tenemos en otros casos, vemos que cuando la gente va entendiendo lo que ha sucedido va creciendo el número de afectados y vemos cómo aumentan las cantidades que han perdido".
Será, dice, en unos meses cuando se empezará a intuir el verdadero tamaño de lo que significa esta quiebra y su auténtico impacto en pérdidas. De momento, el responsable encargado de llevar adelante el proceso concursal en EE.UU., que ya supervisó la de Enron, ha advertido de que no ha visto nunca una empresa con tantos fallos corporativos y tan mal gestionada.
A pesar de que puede haber pérdidas elevadas relacionadas con esta bancarrota, el abogado señala que estas pueden resultar menores en comparación con las que han llegado a ver en clientes que han sido víctimas de estafas en el mercado cripto. “Y más aún, en gente que nunca hubiera metido dinero en criptomonedas, pero que recibe una llamada de alguien que les engaña. Ellos se piensan que es un asesor financiero que les va a hacer ganar dinero y meten el dinero que tienen y hasta el que no tienen llegando a endeudarse. Saben que están invirtiendo en criptoactivos, pero piensan que lo hacen con gente que les da confianza”.
"Y entre los afectados, lo que estamos viendo actualmente es gente mayor, no estamos hablando del perfil de un cryptobro, sino de gente de más de 50 y 60 años, posiblemente porque son los que tienen patrimonios importantes que tienen que tratar de recuperar", explica Navas que recuerda el caso de una clienta, una mujer mayor, que perdió 800.000 euros.
Por eso recomienda a cualquier persona interesada en mantener estas inversiones, realizarlas siempre con plataformas de compraventa serias y fiables. Y a los afectados por la bancarrota de FTX les anima a mantener la calma y buscar un buen profesional para tratar de recuperar su dinero. “Hay que asumir que no te pueden prometer una solución automática y certera de recuperar la inversión porque probablemente eso no va a ser verdad. Además, no hay que olvidar que también hay estafas de gente que simula estar ayudando a gente que ha perdido su inversión en el mercado de las criptomonedas”