Netflix se volvió antipática de repente prohibiéndonos compartir cuentas con nuestros primos y cuñados. Después nos lió con lo de un plan más barato con anuncios. Al final, la plataforma de contenidos audiovisuales, que pretendía captar nuevos clientes con el cebo de pagar una tarifa económica y publicidad incluida, ha terminado devolviendo dinero a los anunciantes al no conseguir las suscripciones esperadas.
A pesar de las críticas que recibió Netflix, acusada de retroceder al modelo de la televisión, la multinacional lanzó el plan básico con anuncios en España el pasado 10 de noviembre, con un precio de 5,49 euros al mes (2,5 euros menos respecto del plan básico).
Con este caramelo, que creía la plataforma con más de 220 millones de usuarios en todo el mundo, según datos de 2021, solo aumentó sus suscripciones un 9% y el 43% eran antiguos clientes que se pasaron de una tarifa más cara a esta.
Netflix prometió a los anunciantes unas cifras de audicencias que no ha podido cumplir y está teniendo que devolver dinero a sus anunciantes por no alcanzar los datos de visualización esperados. Logró el 80 % de las visualizaciones estimadas.
Los anunciantes no han cogido el dinero y han escapado de Netflix. En realidad, eran patrocinios dedicados a campañas de marketing específicas, por lo que han movido esa inversión a los primeros meses de 2023.
Es decir, no han dejado de confiar en Netflix y esperan que este modelo low cost con publicidad convencerá a la audiencia, que seguirá creciendo hasta cumplir las garantías acordadas para entonces.
De hecho, los expertos consideran que se trata de extender esta tarifa a más países y cuando medio planeta esté mirndo anuncios en Netflix se llegará a las cifras de visualización que contemplan los ejecutivos de cuentas de la compañía.
La tarifa con publicidad acaba de lanzarse a principios de noviembre, por lo que sus primeras estadísticas no deben tomarse demasiado en serio. Es importante recordar que esta tarifa está disponible en 12 países, por lo que la visualización de anuncios podrían aumentar una vez que el servicio se extienda a más regiones del mundo.
Los fundadores de la plataforma de pago de series, películas y documentales, Reed Hastings y Ted Sarandos, prometieron a sus accionistas más beneficios y “ajustar su estructura de costes” para que se adaptara a su “tasa de crecimiento actual”.
Empezaron, como es habitual, despidiendo a más de 300 empleados, el plan con anuncios publicitario y prohibieron compartir cuentas. Por el momento no ha dado el dinero que esperaban.No es suficiente para la avidez recaudatoria. ¿Qué será lo próximo de Netflix?